Los porteños podrían esperar aún más para conocer quién será su tercer senador, si Alfredo Bravo o Gustavo Béliz. Es que la disputa parece continuar a pesar de los argumentos y las resoluciones de la Cámara Electoral.
El conflicto surgió días después de los comicios de octubre cuando, tras aceptar el escrutinio provisorio que daba como ganador al socialista juntando los votos de la lista del ARI y de Nuevo Milenio, Beliz cambió su estrategia y pidió un nuevo conteo general y el rechazo a la suma de sufragios.
Ahora, la puja judicial tiene un nuevo aditamento: la propia Cámara notificó a los partidos que "en el término de 24 horas" indiquen el número de mesas que quieren que sean sometidas a un nuevo recuento. Esta medida fue duramente cuestionada por el ARI a través de su apoderado, Néstor Zerba, quién aseguró que el pedido contradice el mismo código electoral: "La resolución de la Junta es absurda -afirmó Zerba a Noticias Urbanas-, porque está dando a entender que admite un pedido que excede a lo que especifica el artículo 112 del Código".
Por otro lado, Zerba comunicó que el ARI presentó un escrito con la firma de los apoderados de su partido y de Nuevo Milenio, la otra fuerza que llevó a Bravo como candidato, en el que se exige el cumplimiento de la ley vigente.
Zerba cree que "están trasladando el problema a las partes para que éstas lo resuelvan, cuando el código es absolutamente claro y marca exactamente lo contrario". Según la ley, el recuento de votos sólo se realiza a pedido de los partidos en un plazo estipulado, y en el caso en que no coincidan el recuento final con los resultados obtenidos por los fiscales. "Del recuento sólo formaron parte las mesas observadas por los fiscales de los partidos y ahora se está queriendo poner en duda todo el proceso", dijo Zerba, al tiempo que se preguntó: "¿Si hubo diferencias o problemas, porque no lo dijeron antes?".
En los últimos días se recontaron aproximadamente 700 mesas, lo que equivale al 10 por ciento del total. Con estos datos, Bravo aventaja a Béliz por 2511 votos. Este recuento fue solicitado a pedido de la lista 139 (Alianza de Centro) que postuló a Roberto Azaretto como primer diputado. Casualmente, este partido no presentó candidatos propios para la elección de senadores, sino que llevó a Béliz como candidato.
Por su parte, la diputada porteña de Nueva Dirigencia, María Lucila Colombo, aclaró que "no pedimos escrutar los votos por fuera de la ley. Lo que decimos es que el sentido común muestra que, si al abrir el 10 por ciento de la mesas, la diferencia de votos se achica enormemente es lógico que tengamos la aspiración de saber qué votó la gente".
"En una elección en la que ha habido una enorme cantidad de votos nulos, en la que las diferencias entre los partidos son muy pequeñas, en la que el recuento del 10 por ciento de los sufragios nos muestra que recuperamos una cantidad importantísima de votos, creemos que nos sobran motivos para reclamar el recuento general de la elección", afirmó esta tarde Colombo. "El ARI -dijo- no quiere saber lo que hay en las urnas, nosotros sí".
De cualquier forma, el ARI entiende que ya no están dadas las garantías para volver a hacer un recuento. Tras el escrutinio, las urnas fueron guardadas en el Salón Azul del Congreso Nacional, donde el acceso podía controlarse facilmente. Sin embargo, ahora están apiladas en el Salón de los Pasos Perdidos, un espacio amplio que posee varias vías de acceso. "¿Quién garantiza la seguridad e inviolabilidad de las urnas? -se preguntó Zerba-; hace una semana que están ahí", reflexionó.