El Poder Ejecutivo porteño envió a la Legislatura un proyecto de ley que intenta disminuir al 2,5 por ciento la alícuota de los Ingresos Brutos para los supermercados e hipermercados, contrariando la Ley Tarifaria que votó el 30 de diciembre de 2001 la Legislatura, que elevó esa carga impositiva del 1.5 al 3,7 por ciento.
Pero esta medida, que favorece "prima facie" a los grandes comercios, en detrimento de los pequeños, es aún más confiscatoria. En el proyecto de Ley Tarifaria enviado a la Legislatura, la cifra tope para que los negocios minoristas tributen el 1,5 por ciento por Ingresos Brutos es de 144 mil pesos, la misma que el año pasado. Al superar esa cifra, los comercios barriales comenzarán a abonar una alícuota del 2,5 por ciento, esto tomando en cuenta que todos los productos que comercializan sufrieron aumentos de al menos el 80 por ciento de su valor, con respecto al año pasado.
El diputado porteño Jorge Giorno aseguró que "de hacerse efectiva esta iniciativa, los porteños estaríamos subsidiando a los supermercados y a los hipermercados, en detrimento de los comercios minoristas".
"Lo peor será -advirtió el legislador- que este beneficio no se reflejará en mejores precios para aliviar el vapuleado bolsillo de la gente, sino en mayores ganancias, por cuanto las grandes cadenas venden al mismo precio en la Ciudad que en la Provincia de Buenos Aires, donde la alícuota es del cuatro por ciento, y esto ya ocurría cuando en nuestra ciudad era del 1,5 por ciento".