José Luis Espert debió apelar nuevamente a su reconocida laboriosidad ante una nueva deserción en sus filas. Esta vez fue la abogada-astróloga Mariquita Delvecchio, antes su candidata a jefa de Gobierno porteño, que abandonó su postulación en aras de conservar su empleo en la Justicia.
Delvecchio, esposa del también referente del liberalismo Carlos Maslatón, abogó, dicho sea de paso, por continuar apoyando a Espert, pero ahora desde otro lugar.
“Estimados, me veo en la obligación de comunicarles que no podré ser precandidata a Jefa de Gobierno en esta oportunidad; razones legales de incompatibilidad con mis funciones laborales lo impiden”, feisbukeó la multifacética Delvecchio.
Antes, el 22 de junio, su marido había expresado en la red del pájaro azul una enigmática arenga: “La forista Mariquita Delvecchio, alineada a muerte con Calaca Roja Espert, contra la proscripción y contra toda la traición. Cuando la valija corruptora del gobierno no puede funcionar”. Lo que ignoraba Maslatón era que la larga mano del Gobierno alcanzaría a su cónyuge, hasta hacerla
Lo mismo, la abogada y astróloga llamó a seguir apoyando a Espert y convocó a sus seguidores a concurrir al acto que el Frente Despertar realizará el 14 de julio en el miniestadio de Ferrocarril Oeste. Finalmente la fallida candidata comunicó que “sin perjuicio de lo anterior, apoyo e insto a votar a Espert, lista completa. “Es la única solución para la Argentina”, remató.
Su reemplazante será el economista liberal Manuel Adorni, columnista de Noticias Urbanas, que hasta este momento era su candidato a vicejefe de Gobierno.
Espert debió sortear hasta este momento múltiples obstáculos. Primero, la lista de Juntos Somos el Cambio le birló al presidente del partido UNIR, Alberto Asseff -que hace muchos años llevó como candidato a presidente al exdictador General Juan Carlos Onganía-, que apareció repentinamente en la lista de precandidatos a diputados bonaerenses de…Juntos Somos el Cambio.
Luego, el fatigado economista debió lidiar con algunos misteriosos errores en las planilla que presentó su partido en la Provincia de Buenos Aires, que debieron ser subsanados en tiempo de descuento, cuando la espada de Damocles amenazaba con desplomarse sobre sus cabezas.
También debió soportar que uno de los candidatos de Unite, Gabriel Molina, lo impugnara con el argumento de que había presentado su candidatura por el espacio antes que él. Para su suerte, Espert consiguió que la Justicia le diera la razón y desechara la presentación de Molina.