Como era de esperar, la Legislatura porteña le está dedicando gran parte de la sesión de este jueves a intercambiar manifestaciones con respecto a la publicitada denuncia contra la diputada Mirta Onega, ex integrante del Partido de la Ciudad, por haber incurrido en actitudes discriminatorias hacia un empleado por su origen judío.
El diputado Jorge Giorno, presidente del Partido de la Ciudad, fue el primero en hacer uso de la palabra sobre este tema. Luego de dar una serie de ejemplos de términos discriminatorios que se utilizan comúnmente, afirmó que no por cotidianos dejan de ser repudiables y por eso los dichos de Onega le daban vergüenza.
También Giorno remitió todas las pruebas de los dichos de la diputada, incluso un video de una cámara oculta realizada en el despacho de otro de los legisladores que integran el bloque, y pidió que la Junta de Ética y Organismos de Control tome cartas en el asunto y se expida sobre este tema.
A continuación Onega, que fue aplaudida por varios legisladores luego de su manifestación, reconoció haber utilizado expresiones discriminadoras para con su empleado (lo había tratado de "judío de mierda") y se retractó públicamente por ellas. Además sostuvo -entre lágrimas- que hace más de dos semanas que viene siendo víctima de una gran presión por su decisión de abandonar el bloque del Partido de la Ciudad y que tiene grabaciones de las amenazas que le realizaron por este motivo.
Por su parte, las diputadas Beatriz Baltroc (Autonomía Popular), Vilma Ripoll (Izquierda Unida) y María Eugenia Estenssoro (Bloque Plural) condenaron la discriminación pero coincidieron en que se le había dado una cobertura periodística desmedida a este caso, cuando por temas mucho más terribles para los vecinos de la Ciudad, no se dedica tanta atención.
Además repudiaron la manera en que se manejaron los diputados del Partido de la Ciudad para probar la conducta de Onega y consideraron a la maniobra "desleal y propia de la vieja política". En tanto, Ana Suppa (Frente para la Victoria) destacó que fueron "todas diputadas" las que defendieron a Onega contra la metodología utilizada para probar su conducta discriminatoria y, luego de criticar duramente a Giorno, pidió que "todo sea investigado a fondo".
Acto seguido, varios legisladores se sintieron tocados y pidieron la palabra para sumarse a la defensa de Onega, aunque siempre haciendo hincapié en la condena a la discriminación y a los dichos poco afortunados de la diputada.