La semana pasada dijimos que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional estaba caído y el país entró en pánico por la revelación de una verdad silenciada (ver nota linkeada). La venida de los representantes del organismo y su desconcierto absoluto ante la realidad política que vive el país y la desconfianza abumadora de los mercados (dólar, riesgo país) ante el manejo del Gobierno hablan a las claras que el país atraviesa una crisis de gran envergadura.
Mientras esto sucede el promotor y sostén permanente de este acuerdo, el presidente norteamericano Donald Trump, dejó claro con su silencio que el tiempo de Macri también se acabó para ellos, por engaños y falta de resultados. Los temores que Macri jugado se descontrole y salga a quemar las pocas reservas que aún quedan libres de toda hipoteca, la renuencia a completar las metas caídas o repensar un waiver y una renegociación necesitarían de un mayor volumen político. Sin Trump, sin desembolso por ahora, con una elección por delante que puede ser histórica, los próximos días y meses prometen ser amargos para los argentinos. Panorama que lamentablemente se complica cada vez más.
Escuchá la columna completa de Fernando Riva Zucchelli