Martiniano Molina dinamita sus chances por crisis internas

Martiniano Molina dinamita sus chances por crisis internas


Gran desconcierto se vive hoy en uno de los distritos clave del conurbano, Quilmes. Después de la victoria del Frente de Todos, no dejan de buscarse culpables hacia dentro del equipo de Molina. Según se pudo averiguar, proveedores descontentos, funcionarios rebeldes, inoperancia y corrupción son algunas de las cosas que se comentan hoy por los pasillos.

Uno de los principales apuntados es Mariano Martinelli, jefe en las “sombras” del equipo del cocinero. Martinelli supo ocupar el rol de jefe de gabinete los tres primeros años de gestión, con conflictos y dudas por parte de todos sus compañeros en Quilmes. “Eso fue un desastre desde el inicio, sólo se preocupaba por sus negociados” aseguran funcionarios que compartieron trinchera con el jefe político.

A finales de 2018, Martinelli renuncia envuelto en escándalos de todo tipo, pero sin la intención de alejarse de la mesa de dirección política. En conjunto con el director de servicios públicos y la cara visible de la política, Guillermo Galetto, manejaron el municipio a su gusto. Ambos controlaban áreas claves cómo hacienda, finanzas y la firma del intendente a través de funcionarios como Lucas Labourt, Silvia Jimenez y Sonia Lugo. Con media gestión municipal en su poder, era muy fácil llevar agua para su propio molino. Los escándalos con proveedores y rumores de negociados turbios no tardaron en llegar.

“Que se hagan cargo” se escucha en una reunión entre diferentes secretarios del municipio, todos cansados de los conflictos para liberar pagos a sus respectivas áreas. Se pudo saber que el conflicto escaló cuando se enteraron de que sus proveedores hablaron con Mayra Mendoza para coordinar el pago de sus deudas.

Varios secretarios ofrecieron sus renuncias cansados por los desacuerdos internos -incluida Magdalena Acuña secretaria de comunicación y enviada de Federico Salvai-. Los negociados de Galetto y Martinelli y la crisis interna,  abrieron la puerta a varios secretarios más a hacerle el vacío al intendente y dinamitar sus posibilidades de reelección. El último golpe del dúo dinámico, según trascendió, fue reemplazar a todo el personal técnico de la jefatura por chicas jóvenes sin experiencia.

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