La nueva teoría del oficialismo es instalar, y que eso baje a la tropa, que la idea de poder revertir la elección nacional es algo posible. Y ese objetivo debe bajar de los más altos dirigentes hasta el último de los militantes. Esa arenga electoral es la que realizaron este martes, Marcos Peña y Miguel Ángel Pichetto, en una reunión que se realizó en las oficinas del Pro en la calle Balcarce.
El eslogan de la campaña presidencial será “sí se puede”.
Peña trazó los lineamientos principales. Subrayó que el lema “sí se puede” será central, y mostró la gráfica que saldrá en estos días con frases como “el futuro nos une”, “querer vivir en paz nos une” y “respetar al otro nos une”.
Pichetto fue, por caso, el más vehemente de los oradores. “No son tiempos para deprimidos e imbéciles que obstruyen en esta pelea”, tiró según comentaron a este medio dirigentes que participaron del encuentro de campaña.
El equipo de campaña del oficialismo buscó este mediodía inyectar una dosis de optimismo a los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio y confirmó que sacarán “a la calle” a Mauricio Macri liderando caravanas por los pueblos del interior que se moverán bajo el lema “sí se puede”.
El propio Mauricio Macri dio a conocer a través de un tuit el objetivo de una campaña nacional en la cual recorrerá 30 ciudades en 30 días.
De esta manera, el Gobierno buscará mostrar presencia en el territorio.
#SíSePuede pic.twitter.com/5z7JD4yKZM
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) September 17, 2019
Según Infobae, el encuentro se realizó al mediodía en el búnker del Pro de la calle Balcarce, a cuatro cuadras de Casa Rosada. Peña, Gustavo Valdés, Gerardo Morales y Miguel Ángel Pichetto, en ese orden, oficiaron de oradores frente a decenas de dirigentes, candidatos, ministros, legisladores y jefes de campaña provinciales de Juntos por el Cambio, atravesados, en su mayoría, por una buena cuota de pesimismo.
Tampoco hubo en el cónclave de Balcarce representantes de la provincia de Buenos Aires, que todavía deben definir en estos días cómo serán las próximas semanas hasta el domingo 27 de octubre. María Eugenia Vidal y su jefe de gabinete, Federico Salvai, dieron vía libre a los intendentes para cortar boleta y asegurar así los distritos propios.
Vidal ya no quievre saber nada ni con Macri ni con Peña, a los que responzabiliza de la derrota en la Provincia.
El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio R odríguez Larreta tampoco participó del encuentro.
Peña y los responsables de la campaña de Macri confirmaron este mediodía que promoverán caravanas provinciales y que propiciarán una gran marcha para los días previos a la elección. Intentarán rodear de gente al jefe de Estado, una copia, por caso, de las últimas apariciones que tuvo en Santa Fe.
La idea es mostrar a un Macri cercano. Incluso se habló de la posibilidad de armar un masivo acto de cierre en Córdoba que incluya una recorrida presidencial por las calles de la capital provincial.
Sin embargo, también hubo lugar para las críticas y no fueron pocas. El gobernador Valdés (Corrientes), por su parte, pidió hacer una autocrítica. Aseguró que las elecciones no se ganaban “solo” con redes sociales, y resaltó que había que volver a bajar al territorio. Utilizar recursos. Y arengar a la militancia de base.
