A través de un comunicado, desde el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) enviaron un mensaje público al candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, en el que reclaman para la próxima gestión de gobierno la creación de fuentes de trabajo, la implementación de tarifas sociales, la universalización de los programas de empleo y el reparto de tierras a cooperativas, entre otras reivindicaciones.
A modo de advertencia, pidieron que cumpliera sus promesas de campaña y dejaron en claro que su lucha por las y los ciudadanos más vulnerables más allá de cuál sea el Gobierno de turno.
“No es posible resolver seriamente, y con algún alcance histórico, los padecimientos estructurales de las capas más postergadas de nuestro pueblo, la pobreza y la desocupación que se extienden como epidemia entre trabajadores y trabajadoras, sin afectar en ninguna medida los privilegios eternos de los sectores más poderosos y concentrados de la economía”, adviertieron desde el FOL en la nota.
Así, consideran que “la verdadera deuda es con el pueblo, y no con el FMI”, y es por esto que exigen medidas para terminar con la bicicleta financiera y reorientar los recursos hacia la producción y el trabajo, puntos que coinciden con el discurso del ex jefe de Gabinete, que en más de una oportunidad resaltó que no se pueden pagar las deudas “a costa de los jubilados y los trabajadores”.
Tras advertir sobre el crecimiento de la pobreza, la nota considera que “no debe pedírsenos a quienes sufrimos la miseria y la postergación durante décadas, a quienes sufrimos la violencia estatal y el hambre cotidiano, que esperemos, que dejemos de manifestarnos en nuestra defensa”, para luego reivindicar la presencia en las calles a través de manifestaciones populares como forma de lucha de los sectores marginales.
Entre las reivindicaciones que se incluyen en el mensaje figuran la “relación significativa de puestos de trabajo a través de planes de construcción de viviendas populares y de urbanización de los barrios y asentamientos irregulares”, la puesta en marcha de una “política extendida y proactiva desde el Estado de compre social a las cooperativas populares, y a las empresas recuperadas”, y el “reparto de tierras a cooperativas”.
También se solicita la implementación de la tarifa social de servicios públicos, la implementación de un plan de fortalecimiento de las economías regionales, la universalización de los programas de empleo, aumento de las jubilaciones, y especial atención a la situación laboral y social de las mujeres de los sectores más humildes que sufren con mayor dureza el impacto de la crisis.
Finalmente, y respecto de los recursos para cumplir con los pedidos que se incluyen en el mensaje, el Frente de Organizaciones en Lucha destaca que “más impuestos para ricos” representan “más derechos para los de abajo”, lo que sería la clave para que el Estado redistribuya los recursos.
Aquí, la carta completa:
Sr. candidato a Presidente de la Nación
Dr. Alberto Fernández:
De nuestra mayor consideración:
En las últimas semanas se ha hablado mucho sobre el rol y los planteos reivindicativos de las organizaciones sociales. Nuestra intención es la de hacerle llegar, por este medio, la visión de una de ellas sobre las políticas que entendemos deberían ser consideradas para atender a la situación de nuestro sector, el de los desposeídos de siempre. Nos presentamos, somos el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), movimiento social que venimos luchando desde mitad de los 90, con independencia de todos los gobiernos en defensa de las familias más humildes de nuestro país.
Partimos de la premisa general que no es posible resolver seriamente, y con algún alcance histórico, los padecimientos estructurales de las capas más postergadas de nuestro pueblo, la pobreza y la desocupación que se extienden como epidemia entre trabajadores y trabajadoras, sin afectar en ninguna medida los privilegios eternos de los sectores más poderosos y concentrados de la economía. Creemos que no es posible convalidar, que la mayor parte del dinero en moneda fuerte proveniente del préstamo del FMI haya sido fugado por esos mismos sectores, bancos, fondos de inversión, y demás apostadores de la bicicleta financiera. No es aceptable que nuevamente vuelva a cargarse sobre las espaldas de varias generaciones de argentinxs, a costa de mayor pobreza. No es posible que esto se acepte porque representaría someterse, una vez más, al flagelo de la exclusión y a la más cruda miseria. Como venimos sosteniendo en nuestras movilizaciones, la verdadera deuda es con el pueblo, y no con el FMI.
El trabajo en condiciones completamente precarizadas, tanto el que nos imponen los empleadores, como el que nos autogestionamos nosotrxs mismxs, lejos de haber sido atenuado, no ha dejado de crecer y empeorar durante las últimas administraciones. La pobreza en ningún momento ha sido siquiera parcialmente revertida, mientras recrudece críticamente el hambre en las barriadas populares y en los pueblos olvidados a lo largo y ancho del país, donde la justicia ni siquiera se ha asomado. Ni qué hablar de las consecuencias permanentes que se derivan de la desocupación estructural masiva, y del retroceso en educación, salud, niñez, 3era edad, ausencia de políticas de géneros, y en infraestructura general.
Entendemos no debe pedírsenos a quienes sufrimos la miseria y la postergación durante décadas, a quienes sufrimos la violencia estatal y el hambre cotidiano, que esperemos, que dejemos de manifestarnos en nuestra defensa. Somos el sector más débil, y quizá el más numeroso, de la sociedad; no el más fuerte. Hemos aprendido que la única forma en la que la clase trabajadora consigue avanzar es mediante la movilización popular, y nunca, jamás en la pasividad, derecho legítimo contenido en nuestra propia constitución nacional. Es por ello que tenemos en claro que las organizaciones sociales no debemos abandonar las calles bajo ningún gobierno, ni en ninguna circunstancia, y, asimismo, reclamamos que esto debería ser comprendido y respetado en su profunda significación histórica, incluso desde el poder del estado, sin represión, sin condicionamientos de ningún tipo. Nunca ha sido producente la idea de movimientos sociales sujetados desde la conducción del estado, como lo demuestra con total claridad numerosos casos históricos en nuestro continente.
Por tanto desde este lugar que ocupamos en el campo popular, desde la dignidad y la entereza que nos brinda, más de dos décadas de la lucha planteamos:
Que en una futura gestión deben ser consideradas determinadas políticas específicamente orientadas hacia nuestro sector, a saber:
a) Creación significativa de puestos de trabajo a través de planes de construcción de viviendas populares y de urbanización de los barrios y asentamientos irregulares donde habitan inhumanamente millones de familias humildes en todo el país; plan específico para la erradicación de ranchos
b) Debe ponerse en práctica una política extendida y proactiva desde el estado de compre social a las cooperativas populares, y a las empresas recuperadas, tanto de bienes manufacturados, como de obras y de servicios;
c) Apoyamos el planteo de la necesidad del reparto de tierras a cooperativas, trabajadorxs rurales y a sus construcciones colectivas;
d) Tarifa social en servicios públicos, y en transportes, para lxs trabajadorxs precarizadxs, y para que cooperativas autogestionadas y empresas recuperadas para que puedan seguir produciendo;
e) Universalización de los programas de empleo y de capacitación de oficios, con contraprestaciones de trabajo promovidas desde el estado, y con el reconocimiento de los derechos laborales y sociales que nos corresponden como trabajadorxs; junto con ello es necesario la inmediata recomposición salarial, no es aceptable que miles y miles de trabajadores se nos mantenga por debajo de la línea de indigencia.
f) Plan de fortalecimiento y subsidios para las actividades que desarrollamos en el marco de las economías regionales.
g) Reconocimiento económico de las tareas de cuidado y del hogar para revertir la creciente feminización de la pobreza. Construcción de jardines maternales y espacios de géneros para atender la problemática de la violencia que sufren nuestras compañeras y disidencias
h) Subsidios y apoyo en la generación de empleo por parte del estado para todas las mujeres y disidencias en situación de violencia, desde este lugar también nos manifestamos por el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos
i) Aumento inmediato de las jubilaciones
j) Aumento de presupuesto destinado a la emergencia alimentaria y plan para combatir la desnutrición infantil
k) Plan y presupuesto para revertir el flagelo de las adicciones en nuestros jóvenes
l) reconocimiento pleno de las organizaciones sociales como representaciones gremiales legítimas de los trabajadores precarizados.
Junto a todo esto, sostenemos que es urgente la inmediata suspensión de despidos y que la expulsión masiva de trabajadorxs de sus puestos de trabajo, producto de la tecnologización creciente de los procesos productivos de nuestra época, solo habrá de incrementarse en progresión geométrica en lo sucesivo. Frente a ello, propugnamos que no habrá salida más digna y sustentable para lxs trabajadorxs, para la humanidad entera en definitiva, que abrir seriamente la discusión, y considerar la implementación, del reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios, de ramas completas de la producción. En este camino será también central la recuperación de los bienes estratégicos del país, con la activa participación de los sectores populares.
Buena parte de esta agenda sectorial entendemos es compartida por el conjunto de las organizaciones sociales. Defendemos que la única manera de lograr su tratamiento de forma prioritaria, para que puedan darse avances sostenidos en su implementación, como ya hemos dicho, es a través de mantener en forma permanente la movilización en las calles del conjunto de las organizaciones sociales y sindicales.
Más impuestos para los ricos, más derechos para los de abajo
Por trabajo con todos los derechos
La deuda es con el pueblo, No con el FMI.