A tres días de las elecciones generales, el titular de Rouvier & Asociados asegura que la convocatoria del oficialismo indicaría que Macri continuará liderando la coalición Juntos por el Cambio. En caso de que Alberto Fernández (Frente de Todos) gane los comicios, el consultor se imagina un debate “a fondo” entre el Pro, la CC y la UCR: “La crisis del actual oficialismo durará un tiempo y eso va a ser una ventaja para el nuevo gobierno”, aventura.
-¿La percepción de que la elección está definida a favor del kirchnerismo puede provocar una caída en el nivel de participación en las elecciones generales?
-Puede ocurrir, pero eso no lo vamos a saber hasta que termine el escrutinio. Hay dos cuestiones: la fuerte polarización incita a la participación, pero “saber” de antemano el resultado puede disminuir el interés de una de las fuerzas. Me inclino a suponer que la primera va a triunfar sobre la segunda.
-¿Las marchas del “Sí se puede” del Gobierno esconden un intento de Macri de posicionarse como el eventual líder de la oposición?
-El cambio de estilo de campaña de Macri, apelando a las formas tradicionales de la masividad y la calle indicaría que, además de intentar revertir el resultado de las PASO, el Presidente va a continuar liderando la alianza, hoy de gobierno y mañana opositora. Pero también preveo turbulencias a partir del día siguiente a las elecciones en la amalgama del Pro, la CC y la UCR, sobre todo en este último espacio.
-¿Calificaría como exitosa la convocatoria?
-La convocatoria fue exitosa por la multitud que reunió. Fue una movida política significativa, más allá de que no creo que modifique los resultados del 27 de octubre. Si nosotros tomamos distancia de nuestra propia subjetividad y consideramos la juventud de la democracia recuperada, y la crisis de los partidos, este acto político es importante, porque organiza e institucionaliza las opiniones y las creencias.
-¿Alberto Fernández estuvo condicionado en este segundo tramo de la campaña por el resultado de las PASO? ¿Lo obligó a actuar con mayor cautela?
-Alberto Fernández va ganando la elección y debe cuidar los votos que ya tiene. En ese sentido, debe manejarse con la prudencia y al mismo tiempo la firmeza sobre definiciones de políticas públicas. Primero, en el camino hasta el domingo y, luego en la larga transición hacia el 10 de diciembre. La situación financiera y económica establece que hay que tener mucho cuidado en los dichos de las principales figuras públicas.
-¿Se imagina una oposición unida o atomizada después de la elección del domingo?
-Me imagino que luego de las elecciones y con el final de ciclo encima, surgirán interpelaciones cruzadas en la interna de Juntos por el Cambio. Me imagino a Elisa Carrió enarbolando la traición de algunos funcionarios que provienen del peronismo y un debate a fondo en la UCR sobre cómo encarar la reorganización de la oposición. Hay sectores radicales que son atraídos por la figura de Alberto Fernández. Hasta hace unos días era fácil plantearse la hipótesis de que Macri abandonaría el gobierno y la política, pero luego de su reacción final es posible pensar que el actual Presidente intente conducir lo que quede del actual oficialismo. La crisis del actual oficialismo durará un tiempo y eso va a ser una ventaja para el nuevo gobierno.