Este lunes, después de una elección presidencial en primera vuelta, los uruguayos eligirán a su nuevo mandatario el 24 de noviembre con un balotaje. “La campaña empieza mañana”, había anunciado Luis Lacalle Pou el domingo, el contendiente que sacó más votos en la oposición, con 28,6%, frente a su rival oficialista Daniel Martínez, con el 39,2%.
En verdad la campaña empezó sobre la medianoche del domingo, cuando los principales partidos de la oposición entregaron públicamente su apoyo a Lacalle Pou, cerrando un arco opositor que al Frente Amplio le costará vencer en el segundo turno.
El Partido Colorado de Ernesto Talvi y la novedad de la elección, el flamante Cabildo Abierto del ex comandante en Jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, se encolumnaron rápidamente detrás de la “opción multicolor” que Lacalle Pou ofrece para gobernar Uruguay los próximos cinco años, con el Partido Nacional al Frente.
La figura de Manini Ríos es por demás polémica. Un hombre que encarna a la ultraderecha y que puede provocar, según algunos analistas políticos, cierto espanto en el voto del centro desencantado.
Cabildo Abierto consiguió 11 bancas en Diputados (son 99) y 3 en el Senado (de un total de 30). Manini Ríos pone en cuestión la agenda de derechos que aprobó el Frente Amplio en 15 años de gobierno, entre las leyes de legalización de aborto, matrimonio igualitario regulación del cannabis.
La polémica con Manini Ríos incluye un capítulo anterior: se había enfrentado al gobierno de Tabaré por la Reforma del Sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, aprobada en 2018, que le valió 30 días de arresto, la máxima sanción.
De ocurrir, será la primera vez en 25 años que la derecha regresa al sillón presidencial, y después de 15 años de gobierno frenteamplista que inició Tabaré, continuó José Pepe Mujica y luego retomó otra vez Tabaré, quien hoy combate una dura enfermedad.