La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal pidió el martes por la tarde los senadores de Cambiemos que se mantengan unidos después de diciembre. Minutos después, repitió el pedido en otra reunión con los diputados bonaerenses, en las oficinas que la gobernación ocupa en el Museo Ferroviario de Retiro, según publica el medio La Nación.
La frase de Vidal no hizo más que dejar en claro que la responsabilidad política de la unidad queda ahora en manos de los propios legisladores provinciales, señalando sin dobleces que cualquier fractura solo será útil para los intereses de “ellos”, en referencia al Frente de Todos bonaerense, que comandará Axel Kicillof desde la gobernación. “Lo primero que haría si fuera ellos es venir a romper este bloque”, aseguró.
“Tenemos que honrar el compromiso frente al 40% que nos acompañó en las urnas y la mejor manera de honrarlo es mantenernos juntos”, agregó Vidal.
“El peronismo nunca tuvo una oposición unida”, insistió luego, para reforzar el mensaje. Es que apenas se dé la renovación ejecutiva y legislativa, los diputados y senadores deberán discutir la ley de presupuesto 2020 y la nueva ley impositiva, dos normas claves. Vidal no envío un proyecto de presupuesto, como ordenan los plazos legales, sino que dejó en manos de Kicillof presentar uno propio. Si, además, el gobernador electo buscara autorización para endeudarse, necesitará dos tercios de los votos.
Kicillof enfrenta un escenario difícil en la Cámara alta bonaerense, sin quorum propio, con 20 senadores propios y 26 de Cambiemos. En Diputados existirá una suerte de paridad, que podría resolverse en cada votación por los monobloques existentes.
Pese a que se esperan algunos movimientos (el diputado peronista Mario Giaccobe ya anunció su salida del bloque de Cambiemos), lo que llamó la atención de los testigos de las reuniones que encabezó ayer Vidal fueron las señales de “unidad” y “continuidad” que se escucharon.