El miércoles, NOTICIAS URBANAS informó acerca de la ausencia de la plana mayor de la Secretaría de Justicia y Seguridad, que se encontraba casi toda fuera de la Ciudad de Buenos Aires, contrariando un pedido expreso del jefe de Gobierno.
La publicación de esta información motivó algunos llamados telefónicos, e incluso un mail, que llegó -sin ningún membrete identificatorio- a esta redacción, procedente de Ganímedes.
El mail -que fue enviado desde una oficina del Gobierno- abunda en informaciones que los periodistas de NOTICIAS URBANAS no desconocían. Lo que sí, en la atenta misiva cibernética no fueron aclaradas las razones por las que un servicio que se les brinda a los ciudadanos, por el sólo hecho de haber cambiado de jurisdicción, dejará de prestarse durante un mes. Tampoco se informa adónde irán a parar los 51 trabajadores a los que no se les renovó el contrato.
También supimos que el subsecretario Zbar no tuvo la deferencia de avisarles a las autoridades de los Centros de Gestión acerca de la suspensión del servicio. Debido a esta imprevisión, muchas mediaciones que estaban en marcha fueron suspendidas sin aviso previo, por lo que los empleados fueron los depositarios -una vez más- del mal humor y la frustración que, como todos sabemos, abundan en la sociedad.
En estos momentos, en las lejanas aulas del Oriente Medio, el subsecretario se encuentra exponiendo sobre los problemas del terrorismo internacional, en los cuales es un experto. Eso está muy bien. Nosotros, en realidad, sólo cuestionamos su accionar a causa de un problema menor, casi pedestre. Sólo le decimos que la realidad no se detiene cuando le traspasan una responsabilidad. Se podría haber evaluado la utilidad del programa de mediación comunitaria mientras se llevaba a cabo, es decir, mientras sus empleados resolvían los problemas cotidianos con los que suelen lidiar. Ahora los beneficiarios del programa y los trabajadores del mismo sufren la incertidumbre que provoca la inacción de los gobernantes.
En cuanto al secretario, Facundo Suárez Lastra, termina de llegar de Mendoza y ya está trabajando en su despacho. En sus manos está ahora la posibilidad de resolver el tema.