"Señores Legisladores, de ustedes depende que la Ciudad tenga un Fiscal Adjunto que, en lugar de perseguir a los delincuentes, tergiverse la investigación para dedicarse a investigar a las víctimas". Con esta pesada frase finaliza la carta que Jorge Hernández -el padre de Jimena Hernández, una niña de once años que fue asesinada el 12 de julio de 1988 en el natatorio del Colegio Santa Unión- le elevó a todos los diputados porteños respecto del doctor Luis Cevasco, quien actualmente se postula al cargo de Fiscal Adjunto del Consejo de la Magistratura porteño.
La semana pasada se realizó en la Legislatura porteña una Audiencia Pública para discutir la aprobación de los pliegos de Luis Cevasco y Alejandro Slokar, aspirantes a ocupar los cargos de fiscal general adjunto y a defensor general adjunto de la Justicia porteña respectivamente. Cuando todo parecía indicar que la aprobación no presentaría inconvenientes, se hizo presente Jorge Hernández cuestionando la designación de Cevasco, quien fue el primer juez de la causa por el asesinato de su pequeña hija Jimena.
Fue entonces cuando los diputados presidentes de las Comisiones de Justicia, Marta Oyhanarte, y de la Junta de Ética, Roque Bellomo, de la Legislatura decidieron tomarse un tiempo más para estudiar la aprobación de los pliegos. Muchos diputados prefirieron consultar con los respectivos bloques antes de firmar los despachos
"El juez Cevasco mantuvo el secreto del sumario para la familia Hernández durante 75 días, mientras que por otro lado, durante ese mismo lapso de tiempo, le brindaba información del expediente al abogado del Colegio Santa Unión", acusó Jorge Hernández en la carta. El padre de la pequeña asesinada admitió también que el Dr. Carrió -el abogado del Colegio en el que mataron a su hija- había expuesto públicamente en una oportunidad la "estrecha amistad" que mantenía con el ex Juez Cevasco y había admitido además que Cevasco "le había manifestado que estaba investigando a Jimena Hernández por su moral", porque sospechaba que tenía un novio con el que había tenido relaciones sexuales, comunicó Hernández. "Al momento de su asesinato Jimena tenía apenas once años de edad", no se cansa de recordar el dolido padre.
Jorge Hernández también denunció en la carta a los a los diputados que "el Juez Cevasco ocultó durante más de 75 días pruebas del caso, al retener en el cajón de su escritorio la malla baño de Jimena, sin ninguna precaución para mantener inalterable la supuesta mancha que se decía era de semen del asesino".
"Cevasco tergiversó los dichos de los peritos que hicieron la primer autopsia para favorecer al Colegio y desviar la investigación a un supuesto abuso sexual contra Jimena, a pesar de que su vagina estaba intacta", acusó Jorge Hernández.
Según reveló Hernández en su carta, "las monjas del Colegio aseguraron que Jimena había sido asesinada y reconocieron que al juez Cevasco lo habían ‘comprado’ con 100 mil dólares para salvar el buen nombre del Colegio".
Por último, el padre de Jimena manifestó que el ex juez Cevasco ya le inició varias causas penales por calumnias e injurias en las cuales los jueces dictaron la falta de méritos. Hernández también lo acusó de dictaminar que la muerte de Jimena había sido porque se ahogó en la pileta "a pesar de que los peritos informaron que no había agua en los pulmones de la menor y de que tenían la certeza de que su muerte se había dado por sofocación", declaró finalmente Hernández.
