La diputada nacional y economista Fernanda Vallejos criticó la postura del gobierno de Mauricio Macri de desconocer del alto nivel de endeudamiento que contrajo. Dijo que “empeoró todo” tras el acuerdo con el FMI. “Nos metieron en un programa de ajuste más duro, se achicó más la economía, empeoró la sostenibilidad de la deuda”, puntualizó. El economista Carlos Melconián también sentenció: “Si miramos cuantitativamente, la deuda es un número imposible”.
La legisladora nacional por el FpV-PJ cuestionó con dureza el intento del Gobierno de Mauricio Macri de minimizar el incremento de la deuda que tuvo lugar entre 2015 y 2019. “Nos quebraron”, y “en lugar de enmendar la situación, ya quebrados, fueron a buscar al FMI, U$S 45.000 millones más de deuda agregaron”.
En este sentido, la legisladora opositora apuntó que Cambiemos (ahora Juntos por el Cambio) “no solucionó nada. Empeoró todo: nos metieron en un programa de ajuste más duro, se achicó más la economía, empeoró la sostenibilidad de la deuda”. De esta manera, Vallejos salió al cruce de declaraciones que hizo el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, quien señaló a un diario local que “Argentina no tiene un problema de solvencia sino de liquidez, porque no tiene acceso al crédito”. Fue en línea con el discurso del gobierno nacional de relativizar el tamaño de la deuda que contrajo en estos cuatro años.
En la red social Twitter, Vallejos se preguntó entonces por qué la gestión macrista no negoció en 2018, antes de recurrir al FMI tras el cierre de los mercados tradicionales. “Si creían que la solución era renegociar la deuda para recuperar el crédito, ¿por qué no lo hicieron? Dos años tuvieron”, objetó.
El gobierno nacional accedió al préstamo del organismo internacional tras haber agotado los mecanismos de endeudamiento previos. Desde ese entonces profundizó un ajuste fiscal que empeoró los indicadores socioeconómicos como pobreza y empleo.
El ministro estimó también que “la relación deuda/PBI ronda el 70%, no es una deuda demasiado abultada en términos del producto”, y justificó esa proporción en que fue para saldar el “déficit fiscal de todo el periodo más los holdouts”, en línea con el discurso todavía utilizado por el oficialismo de culpar a la gestión anterior.
El gobierno endureció los controles cambiarios tras la derrota electoral de octubre para tratar de no quedarse sin reservas antes de que finalice su gestión. Sin embargo, desde que acudió al FMI “se fueron U$S 51.000 millones de Reservas del Banco Central”, recordó Vallejos.
“Un año después del acuerdo con el FMI, defaultearon la deuda de corto plazo y admiten que hay que renegociar el resto. ¿Por qué lo hicieron? Para sostener la ficción de que “sí, se puede” fugar a voluntad”, precisó Vallejos.
El propio Carlos Melconian, un economista cercano al oficialismo, se refirió a la insostenibilidad de la deuda. Advirtió que los números “no dan” de acuerdo a los vencimientos y los eventuales ingresos que se calculan para 2020, por lo que advirtió que la deuda “debe ser renegociada”. “Si miramos cuantitativamente, la deuda es un número imposible. No solo coincido con Alberto Fernández, si no que le dije al presidente Mauricio Macri que la deuda no era honrable en 2020”, apuntó Melconián, quien se desempeñó como presidente del Banco Nación entre el 23 de diciembre de 2015 y el 18 de enero de 2017.
Los efectos sociales del ajuste fiscal que trajo aparejado el endeudamiento con el FMI se evidenciaron ayer. El INDEC informó los niveles de acceso a una serie de variables socioeconómicas como acceso a cloacas, agua corriente y gas de red correspondientes al primer semestre de 2019, y los resultados lejos estuvieron de ser auspiciosos para Macri.
“El gobierno de Macri tomó deuda por U$S119.000 millones (neta de endeudamiento intra-sector público)”, indicó un informe de Proyecto Económico de acuerdo a datos del Ministerio de Hacienda, y para escudarse ante el tamaño de estos montos también había insistido con el caballito discursivo de “inversión en obra pública” para hacer frente a la pobreza.
Sin embargo, el acceso al servicio de cloacas se mantuvo casi igual frente al mismo periodo del año pasado: 33,3% no cuentan con ese servicio contra 33,4% de un año atrás. A su vez, el 11,4% de las personas no accedió al agua corriente, semejante al 11,6% del 2018. En tercer lugar, la proporción de población que no contó con gas de red fue de 35,4%, mientras que doce meses atrás era de 34,1%.
Pero la comparación que mejor permite comprender la falta de progresos en estos indicadores de pobreza multidimensional, es con respecto al inicio del gobierno de Cambiemos. Proyecto Económico aseguró, en base a datos oficiales, que entre el primer semestre de 2016 y el mismo periodo de 2019, el acceso al agua corriente apenas avanzó del 87,8% al 88,6%. Asimismo, los argentinos que tuvieron servicio de cloacas fueron el 65,3% a inicios del macrismo y del 66,7% este año. Y en gas de red, incluso, el indicador empeoró: 65,7% contra 64,6%.
“El gobierno saliente insiste con que, a pesar del desastre económico que generó, hicieron ‘cambios estructurales’ que habrían impactado en la calidad de vida. Pero, a pesar de la monstruosa deuda que tomaron, el presupuesto destinado a obras en servicios básicos se derrumbó”, subrayó Vallejos.
En este sentido, la caída en el presupuesto en agua potable y alcantarillado descendió 43,5% en términos reales desde 2015, concluyó un trabajo de Proyecto Económico.