El presidente electo, Alberto Fernández, busca llevar la pluralidad como bandera. Sabe que el país que le dejará Mauricio Macri no es un barco fácil de timonear y por eso basará sus decisiones en consultas permanentes con sus colegas más leales.
En específico, creará un consejo paralelo a su Gabinete de ministros/as, con el que se reunirá con periodicidad para escuchar opiniones sobre distintos tópicos políticos. Es más muchos de estos nombres podrían recalar en cualquier momento en el gabinete, en agencias o entes del Estado si fuera necesario, pero ello no quita su rol de primer anillo de Alberto Fernández
Esta modalidad es importada de Estados Unidos, donde se le denomina “kitchen cabinet”, es decir, “gabinete de cocina”. Y si bien esta nomenclatura la había impuesto la oposición del entonces presidente Andrew Jackson para referirse a su grupo de asesores de forma peyorativa, ahora se ha jerarquizado de manera vital y se ha adoptado posteriormente como forma de referirse, sin chicanas, a los grupos de suma confianza de un mandatario/a.
Serán sus asesores en este formato, la antesala de sus decisiones de gestión que aun no ha terminado de definir. Allí cada unx tendrá un rol y campo de especialización: Cecilia Todesca (política económica); Victoria Tolosa Paz (lucha contra el hambre); Dora Barrancos (sociología, cultura y feminismo); Enrique “Pepe” Albistur (comunicación y política); Alberto Iribarne (política y justicia); Juan Manuel Olmos (operación política y judicial).
Todesca había sonado -por el nivel de confianza- en su momento como la posible próxima ministra de Economía, y aunque todavía se desconoce el o la responsable del área, esta fundadora del “think tank” Grupo Callao, ha quedado prácticamente descartada para ese espacio. Pero sus virtudes la convierte es uno de los nombres del “Gabinete de cocina” de Alberto. La hija de Jorge Todesca, actual director del Indec, se convierte entonces en una de las tres mujeres de mayor confianza del entrante Presidente.
En ese “think tank” de cocina no puede faltar la asesoría de una feminista de enorme trayectoria como Dora Barrancos, quien perdió la banca legislativa por la que compitió en las últimas elecciones ante Martín Lousteau y Guadalupe Tagliferri. La socióloga en la UBA, exdirectora del Conicet, feminista, historiadora, es una carta que Alberto no quiso dejar afuera de su gobierno.
Victoria Tolosa Paz es otra de las dirigentes de peso peronista derrotada en los comicios de octubre que Alberto valora de buena manera y de ninguna manera dejará fuera de su familia política. Su vocación por los pobres la ubica muy cerca del tema de la resolución del hambre en la Argentina, trabajará a la par de Daniel Arroyo en esas temáticas, de manera muy cercana al Presidente electo.
Por su parte, Alberto Iribarne es íntimo amigo de Alberto, que integró siempre la agrupación porteña Victoria Peronista junto con Eduardo Valdés, Julio Vitobello y Jorge Argüello. Fue también integrante del grupo de los 33 orientales en la Cámara de Diputados. También participan de este grupo Guillermo Oliveri y Carlos Montero. Compartieron el día de la elección el almuerzo y la vigilia en la tarde del 27 de octubre junto al presidente electo. Cultivando siempre el bajo perfil y alta influencia, fue estrecho colaborador de Carlos Corach en el Ministerio del Interior en los 90 y también fue ministro de Justicia en el gobierno de Néstor Kirchner. Y de hecho, él y Pepe Albistur, son candidatos a comandar nada menos que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Este es un cargo al que el mandatario le otorga a alguien en quien pudiera confiar hasta con los ojos cerrados.
Pepe Albistur es un exitoso empresario de la cultura y la comunicación, histórico publicista del peronismo, y uno de los importantes nexos con los grandes del buen humos de la economía argentina. Creativo publicitario de cientos de campañas políticas a lo largo del país , Albistur fue en consonancia con el Presidente electo un jugador clave en conseguir la unidad del peronismo para esta elección y además se desempeñó como secretario de Medios de Comunicación durante las presidencias de Néstor Kirchner y de Cristina Kirchner. Como dato de color, por una cuestión de amistad, es el dueño del departamento donde vive Alberto hoy en Puerto Madero. Marido de Victoria Tolosa Paz hace muchos años, ambos serán piezas claves en el futuro gobierno.
Finalmente, Juan Manuel Olmos es quien controla desde hace años el PJ porteño y el bloque peronista de la Legislatura desde el liderazgo del Nuevo Espacio de Participación; exdirector de la Corporación Puerto Madero, ex legislador porteño y expresidente del Consejo de la Magistratura porteño hoy posee el Instituto I-Ciudad, Políticas Públicas para Buenos Aires. De perfil sobrio y de baja visibilidad, su precisión lo hace quizás el más hábil tejedor de acuerdos que tiene el nuevo gobierno en muchos rubros. Con fluidos contactos políticos, tanto dentro como fuera del peronismo, es una referencia obligada en el nuevo poder. Fue el motor de la campaña, manejando la parte logística y el armado de estructuras. Posee importante influencia en la Justicia y en la política. Durante muchos años tiró en yunta con Víctor Santa María, alternándose en la jefatura del PJ porteño. Juntos configuraron un esquema que se mantiene hasta hoy, aunque ahora lo comparten con La Cámpora.
