Luego de la presentación inicial realizada por el síndico general de la Ciudad, Pedro del Piero, hubo un panel de especialistas en la materia, Marcela Sánchez de Bustamante, Héctor Rodríguez e Iñaki González García, tres secretarios de Gobierno, tres titulares de Unidades de Auditoria Interna y dos gerentes generales de la propia Sindicatura.
Tras el cóctel preparado para cincuenta invitados especiales que no concurrieron a la Sala Casacuberta del Centro Cultural General San Martín, donde se realizaba la "Primera Jornada de Control Interno", hubo que llevar de apuro al personal de la Sindicatura para que consuma el suculento menú con presencia obligatoria. Luego le tocó el turno de exponer a un especialista en control interno proveniente de Canadá. Finalizada la ponencia subieron al escenario el titular de la APOC, el sindicalista Buisel Quintana, el contador Marcos Makón y el titular de la SGCBA, Pedro del Piero.
Como era de esperar el titular de la APOC basó su exposición en las reinvindicaciones gremiales con un discurso parecido al de Hugo Moyano. Marcos Makón, como el resto de las figuras de renombre, advirtieron sobre la necesidad de contar con organismos de control en aras de la transparencia y publicidad de los actos de gobierno.
Pero cuando le tocó hablar a Del Piero, éste se despachó diciendo que le hubiese gustado contar con la presencia del jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, "que no pudo concurrir por otros compromisos, pero que debió igualmente haber enviado algún representante, porque sería bueno que desde la Jefatura de Gobierno se diga si interesa o no el control interno".
Continuando en esta tónica, Del Piero acentuó su malestar ya no con las personalidades políticas, sino con principios básicos constitucionales: "Yo no estoy de acuerdo con la transparencia de los actos de gobierno, porque si leemos los diarios vamos a ver que Bush desclasifica documentos de 20 años atrás y si transparentamos todo causa un efecto contrario en la población", dijo el síndico.
Tratando de darle un viso académico a su discurso y manifestó que la actual Sindicatura realiza "fiscalizaciones y no auditorías", desconociendo que el concepto de ambas palabras es el mismo. Después manifestó: "no me gusta trabajar con contratados". En relación con esta declaración, cabe recordar que al principio de su gestión revocó más de cien contratos, pero hoy ostenta una cantidad mayor. Los últimos ingresos fueron de seis especialistas en imagen que cobran tres mil pesos cada uno.
El lunes 25 Del Piero convocó a una reunión interna a la síndica adjunta, a los gerentes generales de la Sindicatura, a los gerentes de las áreas, a algunos subgerentes, a su asesor de prensa Rodriguez Diez y a dos "asesores del staff externo con los que van a brindar una nueva imagen de la Sindicatura, los señores Agulleiro y Souto".
Allí volvió a afirmar que estaba en contra de la transparencia y nuevamente expuso su "teoría Bush". Recalcó que el Jefe de Gobierno tiene que definirse sobre si le gusta o no el control interno y prohibió que la Gerencia General Normativa, cuyo titular no le es adepto, realice fiscalizaciones legales y de procedimiento. En su lugar colocó a su gerente general operativo, un tucumano recién llegado de la Provincia y que hace de la osbecuencia un culto.