Una de las primeras medidas por el nuevo gobernador bonaerense Axel Kicillof la anticipó este miércoles ante la Asamblea Legislativa: dejar sin efecto los aumentos de la tarifa eléctrica que habilitó María Eugenia Vidal al día posterior de la derrota electoral.
El aumento firmado por la exGobernadora promediaba un 25% y estaba previsto que se ejecutara desde el 1 de enero del año próximo para las empresas EDELAP, EDEA, EDEN, EDES y las 200 cooperativas bonaerenses.
Kicillof se amparó sobre el pedido de “razonabilidad” que efectuó la Corte Suprema de la Nación en 2015. “Razonable es que las empresas tengan una rentabilidad normal, y que ellos y las bonaerenses, empresarios, trabajadores, docentes, maestros y maestras, todos puedan pagar esas tarifas, y que las empresas”, sostuvo Kicillof. “Si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado, no es tarifa es saqueo”, remató.
“El aumento debe tarifas lo vamos a dejar sin efecto previsto para enero. No es porque no queramos respetar contratos, tenemos que revisar lo actuado, por eso convoco hoy a las empresas del sector para trabajar en un esquema que sea justo, sostenible y razonable”, explicó el nuevo mandatario bonaerense.
Si bien las empresas tienen altos niveles de rentabilidad -Kicillof habló de 20 mil millones de pesos-, los contratos están escritos en términos que les son favorables. “Va a tener que sacar un decreto para dejar sin efecto la Revisión Tarifaria Integral, que estableció pautas contractuales”, dijeron especialistas en la materia ante la consulta de Infocielo.
Una vez llevado a cabo eso, la Provincia puede “negociar un nuevo esquema regulatorio” en el que habrá que lograr “acuerdos con las empresas” a riesgo de dejar al Estado “expuesto a juicios”. Los especialistas consultados por este portal se mostraron confiados en que se arribe a buen puerto.
Pero aun queda un dilema por resolver: la situación de las 200 cooperativas eléctricas que operan en Buenos Aires, y que afrontan costos de distribución cada vez más altos y que no tienen tanta “espalda”, o sea rentabilidad, para hacer frente a un eventual recorte en las ganancias.