Era la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando centenares de jóvenes se reunían República de Cromañón para disfrutar del recital de la banda Callejeros, liderada por Patricio “Pato Fontanet”. Lo que prometía ser una fiesta de rock, terminó siendo una tragedia que se cobró la vida de 194 víctimas.
Este lunes se cumplen 15 años y no quedan detenidos responsables por este hecho luctuoso, provocado por el fuego de una bengala que fue encendida dentro del lugar ubicado en la calle Bartolomé Mitre, en el barrio porteño de Once, del cual era dueño el fallecido empresario Omar Chabán.
Esa noche, República Cromañón recibía a la banda Callejeros, en el último concierto de ese 2004. En esa época, uno de los rituales de la época consistía en que los fanáticos encendieran bengalas y festejen con todo tipo de cotillón para seguir a sus músicos favoritos, en ese caso surgidos de Villa Celina y liderados Fontanet.
Minutos antes de la tragedia
Una bengala, del tipo “tres tiros” impactó la media sombra puesta para cubrir los paneles acústicos y todo se convirtió en tragedia, debido a que el fuego comenzó a propagarse y también el ácido cianhídrico, producto de la combustión de la espuma de poliuretano de los paneles.
Los espectadores comenzaron a correr desesperados a oscuras -se había cortado el suministro eléctrico- y la salida estaba cerrada, lo que produjo que muchos de los asistentes murieran en los primeros minutos. Otros de los fallecidos fueron quienes una vez que lograron salir, volvieron a ingresar para rescatar a algún amigo o familiar y el humo tóxico los abatió.
El saldo trágico dejó a 194 muertos y 1.432 heridos, lo que produjo un colapso en la red hospitalaria en esa calurosa noche del 30 de diciembre.
La posterior investigación desnudó un sinfín de irregularidades, desde la capacidad del lugar -totalmente excedida- a la poca seguridad, la falta de reglamentación y la desidia de quienes tenían que revisar que todo funcionara con normalidad.
La Tragedia de Cromañón provocó la destitución del entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, quien fue sustituido por Jorge Telerman, y la revisión de todos los locales para recitales en la Ciudad, sumiendo a la industria musical en una gran incertidumbre, ya que los controles se extendieron a otras jurisdicciones.
Omar Chabán, había sido detenido y hallado responsable, junto a su mano derecha, Raúl Villarreal, como así también a los integrantes de la banda Callejeros, y varios funcionarios porteños, por la falta de inspección y control del lugar.
En 2009 la Justicia condenó a Chabán, Diego Argañaraz (mánager de la banda) y al comisario Carlos Díaz, responsable de la comisaría 7ª de la Policía Federal por “estrago doloso seguido de muerte y cohecho”, además de dos funcionarios por “incumplimiento de deberes”.
En la revisión del juicio, la Cámara de Casación cambió la carátula y pasó “estrago culposo seguido de muerte”, por lo que condenó a los integrantes de Callejeros, y más tarde también fue sentenciado Rafael Levy, dueño del local.
No obstante, a 15 años de la tragedia no quedan detenidos por el hecho, ya que Chabán murió en noviembre de 2014 y en mayo de 2018 y el cantante Patricio “Pato” Fontanet fue el último en recuperar su libertad. Si bien el ex baterista de la banda, Eduardo Vázquez, está preso, no por este episodio, sino por una condena a reclusión perpetua por el femicidio de su esposa, Wanda Taddei.
Tras el tiempo transcurrido y las investigaciones realizadas, aún se desconoce el nombre de la persona que prendió la bengala que desató el caos y la muerte.