En el marco de la intervención que realiza el Gobierno Nacional en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), se dio a conocer que los fondos asignados fueron utilizados para tareas operativas de espionaje durante los últimos años y que la mayoría de los gastos aparecen bajo el rótulo de secretos.
El eje central de la intervención consiste en la modificación de ese paradigma y la estrategia que estará cargo la fiscal Cristina Camaño, por disposición del Gobierno de Alberto Fernández .
Según reveló el medio Ámbito Financiero, el plan incluye una auditoría general respecto de todas las finanzas de la AFI durante la gestión del escribano Gustavo Arribas para establecer el destino que tuvieron las partidas presupuestarias. Y será acompañada por el dictado de una resolución -que está en plena redacción- respecto de la “rendición” de los gastos operativos, a futuro. El objetivo primario es el “blanqueo” de la mayor cantidad posible del dinero destinado al espionaje para evitar una serie de desvíos sospechados respecto del oscurantismo que siempre rodeó a los fondos reservados. El segundo, como resultado, será el estrangulamiento de las partidas que sostenían actividades paralelas al submundo de la inteligencia.
También habrá un pedido expreso a jueces y fiscales federales para que se abstengan de solicitar a la AFI las desgrabaciones de las escuchas telefónicas que están bajo la órbita de la Dajudeco. Esa decisión acompañará una acordada de la Corte Suprema del año pasado que había sugerido a los magistrados que restrinjan los pedidos para transcribir las escuchas. La consecuencia colateral fue la pérdida de un insumo que nutría negocios periféricos (e ilegales) que engrasaban los engranajes del submundo del espionaje criollo. Ahora ese “negocio” tenderá a desaparecer.
Lo mismo se planea para cuando haya un desembarco concreto en las tareas que la AFI realiza en las distintas Aduanas. Aún no está delineado cómo se reemplazará ese tipo de injerencia ya que los equipos que acompañarán a Caamaño están en pleno reclutamiento entre personal con experiencia en inteligencia, aclaró el medio periodístico Ámbito Financiero.
La rendición de los fondos reservados no implicará que sean dados a publicidad, sino que estén justificados en un gasto aplicado con fines de inteligencia y relacionado a las actividades de cuidado de la seguridad nacional, objetivo primordial de la exSIDE. Para la auditoría se está conformando un equipo especial que se encargará de revisar lo actuado en la última gestión. Allí habrá un especial foco en establecer cuántas “precausas” se realizaron entre 2016 y 2019, y para qué casos se utilizó este atajo con características de secretismo que permite desde “pinchar” teléfonos hasta “caminar” personas bajo un paraguas de supuesta legalidad, pero que habilita irregularidades.