Este jueves a media tarde, el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, anunció en conferencia de prensa que el Gobierno iba a revisar el nombramiento de Luis Bellando como embajador ante el Vaticano ante la polémica generada dentro de la Santa Sede por su estado civil: divorciado. Y así lo hizo. Finalmente, el Ejecuivo revocó a Bellando de su cargo y con ello se consumó el primer traspié de Gustavo Béliz desde que llegó a la mesa chica de las decisiones del gobierno. Extraño en el dirigente ultracatólico que conoce perfectamente las costumbres del Vaticano y los rumores punzantes de la Cancillería.
“Se verá si hace falta otro candidato o candidata. Es un trámite de Cancillería que tendrá sus tiempos administrativos, aún no tenemos información sobre eso”, había dicho Cafiero.
Minutos después de la conferencia en el marco del un aumento en las becas para investigadores del CONICET, voceros del canciller Felipe Solá confirmaron que el plácet que el Gobierno había enviado a la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires (la representación del Estado vaticano en el país) había sido retirado.
Bellando no solo no contaba aun con el aval del Papa Francisco para ser disignado como emabajador ante la entidad que preside, sino que el mismo Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), se encuentra ahora en Roma, lo cual podría ser un signo de los cambios que se avecinan.
Bellando había estado asignado a Río de Janeiro, Brasil y Angola, entre otros destinos. Los problemas de papeles que trascendieron en estos días no habrían sido, en definitiva, las trabas para frenar su elección. Se hablaba de un divorcio en primeras nupcias, pero lo cierto es que el diplomático no estaba casado por la Iglesia, algo que sí concretó en segundas nupcias. Y de viejas cuestiones del pasado sobre su paso por el consulado de Río de Janeiro, que habían sido alertadas en su momento por el entonces canciller Jorge Taiana relacionadas con su participación en una comparsa del país vecino..
El lunes por la noche, en la entrevista que concedió al canal C5N, el jefe de Estado manifestó su deseo de visitar al Papa a fin de mes en Roma, horas antes de que la reunión finalmente se confirmara por los canales oficiales para las 11 de la mañana –hora romana– del viernes 31 de enero. Pero no dio ninguna definición sobre Bellando.