El lunes 14 el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, inauguró una fiscalía barrial en Nueva Pompeya. Ocho días después, el dirigente Eugenio Burzaco, quien encabeza el área de seguridad en los equipos técnicos de Mauricio Macri, concurrió al edificio -ubicado en Almafuerte 33- y constató que éste aún permanecía cerrada, con un cartel en la puerta que decía: "La intervención directa y exclusiva de esta fiscalía entrará en vigencia, por razones de operatividad, recién el lunes 4 de agosto de 2003".
Acompañado de un escribano público que labró un acta en el lugar, Burzaco consideró que la inauguración se había tratado simplemente de "un mitin de campaña, engañoso para la gente". "Si Ibarra inaugura, con gran pompa, oficinas que no son operativas y que recién estarán habilitadas al servicio de los vecinos veinte días después, quiere decir que no le importa la gente sino hacer proselitismo engañoso", sostuvo el dirigente de Compromiso para el Cambio.
Burzaco remarcó que "en septiembre del año pasado, el mismo jefe de Gobierno había hecho el mismo anuncio ante todos los medios de comunicación y todavía hoy los vecinos de Pompeya esperan que se cumpla esta reiterada promesa".
Consultado por la prensa sobre la denuncia realizada por Burzaco, Marcelo Munilla las Casas, quien se desempeñará como fiscal de instrucción en Pompeya, aclaró que los vecinos están informados acerca de la demora en la apertura de la fiscalía. Sobre las razones por las que fue inaugurada con veinte días de anticipación a su puesta en funcionamiento, expresó: "no me incumbe y no podría contestarle".