El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, viajó el domingo a Nueva York para asistir a una reunión -que finalizó hace unas pocas horas- del Consejo de las Américas (Council Of Americas) para buscar canales de diálogo acerca del proyecto de renegociación que planteará Argentina a sus acreedores.
Guzmán fue recibido a las nueve de la mañana por Susan Segal, presidenta de la entidad (las 11:00 de Argentina) y luego se reunió con los bonistas, analistas, representantes de fondos de inversión y con algunos referentes y “buitres” del mundo financiero, teniendo como escenario al edificio de la America’s Society y del Council, situado en el coqueto Upper East Side de Manhattan.
De esta manera, Guzmán comenzó el largo periplo de dos días, que lo llevará a reunirse con el jefe de la misión argentina ante el Fondo Monetario Internacional, Sergio Chodos y con un enviado del Tesoro de los Estados Unidos. Entretanto, los lobos de Wall Street esperan su libra de carne y en el sus directivos FMI velan sus armas, poseídos por cierta inquietud.
Al salir de la reunión en el Consejo, Guzmán se dirigió raudamente hacia el vehículo que lo esperaba en la puerta y sólo contestó con un lacónico “muy bien” cuando se le preguntó por su balance del encuentro.
Sus interlocutores, entretanto, observaron que esperaban que el ministro les diera más precisiones acerca de la propuesta que presentará Argentina ante sus acreedores. Si bien guardaban esperanzas acerca de los pasos futuros del Gobierno, lo lógico sería que que fueran los propios bonistas los primeros en recibir la propuesta.
Guzmán fue a Nueva York sólo a ratificar la voluntad negociadora del Gobierno y a buscar canales de diálogo con los representantes de los bonistas, no a presentar su propuesta. También buscó persuadir a los acreedores de la Provincia de Buenos Aires de aceptar la prórroga que propone el gobernador Axel Kicillof, que trata de trasladar al 1º de mayo una cuota de capital que vencía el 26 de enero.