Este sábado no es un fin de semana más para el gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, ya que deberá concluir la estrategia y acuerdos para este lunes 3, cuando se vence el tiempo de pago a los bonistas. El mandatario bonaerense había alegado la dificultad de la Provincia en pagarlos ante la gran deuda que mantiene y ante la posibilidad de caer en un default.
La última carta que al Gobernador le quedaba ya la jugó y no surtió el efecto esperado: no logró convencer al 75% de los tenedores del bono BP21 para que acepten su propuesta de extender el pago del capital hasta el 1 de mayo. Sí consiguió postergar el plazo de adhesión hasta este lunes pero deberá tomar decisiones decisivas en su joven gestión ya que la Provincia está a un paso de caer en un default técnico, pero no pagarle a los bonistas podría ser una acción que le haga pagar un costo político mucho mayor.
Si el lunes no obtiene una respuesta positiva por parte de los bonistas le quedarán apenas 48 horas para buscar una salida a una estrategia de negociación diseñada por su propio equipo económico, y este sábado es el día para levantar el teléfono, para que su equipo se encargue de preparar el terreno en pos de fertilizarlo para un “sí”. De lo contrario, Kicillof estará obligado a tomar una de las decisiones más difíciles como gobernador.
En este sábado de negociaciones Kicillof podría mejorar la propuesta que hizo esta semana de pagar anticipadamente los intereses que generaría el aplazamiento del pago al 1 de mayo, unos 7 millones de dólares. Una opción que circula es la posibilidad de pagar una parte del capital ahora y postergar el resto. Pero, sea cual fuere la propuesta, sí o sí necesita la aprobación del 75% de los acreedores.
La tensión y malestar del mandatario no es disimulable, ya que evitó aparecer en un acto en la Casa de Gobierno en el que el ministro de Producción, Augusto Costa, presentó a todo su gabinete. El Gobernador decidió quedarse en su despacho y al ministro no le quedó otra opción que encabezar la presentación acompañado por el jefe de Ministros, Carlos Bianco.
La versión de la oposición
A pesar de que el gobierno bonaerense indica sin cesar que la provincia de Buenos Aires no puedo afrontar el gasto del pago de los bonistas sin caer en un eventual default, la oposición contradice esta versión. De hecho, desde Cambiemos señalan tres opciones para hacer frente a los pagos en caso de que los bonistas no acepten la propuesta de Kicillof: uno es emitir nuevas Letras del Tesoro, incluso por encima del stock vigente. Esto estaría avalado por la ley de emergencia que aprobó la Legislatura bonaerense.
Un “plan B” sería basarse en el artículo 9 del Banco Provincia para recibir adelantos de la banca estatal pública de la provincia. Y la tercera es pedir adelantos de coparticipación a la Nación.
De lo contrario, si no los acreedores no aceptan la propuesta y el Gobernador decide no afrontar los pagos las calificadoras de riesgo colocarán a la provincia en default.
Todas estas opciones y las propias son las que tendrán que evaluar y negociar tanto el Gobernador como su equipo para llegar al lunes lo más preparados posible.
