Rusia vuelve a acercarse a América Latina, luego de una larga pausa. Con el objetivo de estrechar más los lazos, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, estará de visita en la región.
Durante su gira, Lavrov visitará Cuba, Venezuela y México. Su primera parada será en la ciudad de Santiago de Cuba, donde el 5 de febrero tendrá una cita con el ministro de Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla, explicó el medio ruso Sputnik.
“En el caso de Cuba hay muchos planes de colaborar en el desarrollo económico. Hay muchísimo margen para trabajar juntos en este ámbito. En las relaciones entre La Habana y Moscú actualmente prevalece el enfoque pragmático, sin embargo, se tiene en cuenta que somos socios estratégicos en la escena mundial”, explicó a Sputnik el director científico del Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Davídov.
De hecho, “las relaciones entre Rusia y Cuba se basan en este principio”, añadió. El mes de octubre de 2019 estuvo marcado por la visita del entonces primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, a Cuba. En aquella ocasión, se firmaron importantes acuerdos de colaboración en diferentes ámbitos, incluido el industrial y el financiero. La tendencia apunta a que la cooperación ruso-cubana “está aumentando”, señaló.
Al mismo tiempo, un nuevo terreno para la cooperación lo brinda México, donde en diciembre de 2018 llegó al poder el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ambos países, tanto Rusia como México, tienen que estudiar meticulosamente las necesidades y los intereses de cada uno. Este tema será, sin duda, uno de los principales durante el encuentro entre Lavrov y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, del 6 de febrero.
“Creo que a Serguéi Lavrov le será fácil hablar con la parte mexicana porque el enfoque en asuntos de importancia bilateral es parecido. Además, es posible acercar posturas en muchos asuntos. La conversación será de una gran importancia porque habrá que determinar el futuro de las relaciones entre Moscú y México”, agregó Davídov.
El creciente papel de Rusia en América Latina
En los últimos años varios países de América Latina empezaron a desarrollar lazos más estrechos con Estados Unidos, lo que inequívocamente influyó en las relaciones entre dichos países y la Federación de Rusia. Como consecuencia se ha reducido el intercambio comercial con estos países, declaró en un comentario a Sputnik el doctor en Ciencias Políticas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú Vladímir Súdarev.
Al mismo tiempo, el giro hacia la derecha en América Latina está a punto de llegar a su fin. Los ejemplos más emblemáticos son México y Argentina. Es posible que a corto plazo Rusia aumente la cooperación estratégica con la mayoría de los países de América Latina. El papel principal en este proceso sin duda pertenecerá a la diplomacia rusa, cuya política seguramente seguirá activa en la región, vaticinó.
“La presencia rusa en países como Venezuela y Cuba sirve como pilar para la seguridad regional. La Administración Trump ha estado tratando de socavarla durante los últimos tres años con sus intentos de desestabilizar los gobiernos de dichos países. El hecho de que naciones como Venezuela posean armamento de fabricación rusa juega un papel aleccionador para los belicistas de la Casa Blanca”, explicó el experto.
Hace medio año el entonces asesor del presidente, John Bolton, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, llamaban a lanzar una intervención contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, cambió de idea.
El entrevistado también señaló que existe un fuerte sentido de solidaridad entre Rusia y algunos países de América Latina.
“En la etapa actual ya ha quedado claro que ningún país de América Latina apoya ni apoyará la política de sanciones de Estados Unidos contra Rusia. Por ahora, Washington puede recurrir a medidas encaminadas a obstaculizar la presencia y las actividades de las empresas estatales rusas como Rosatom o Rostec en la región, pero esto no va a durar mucho“, enfatizó.
Actualmente, muchos países de América Latina perciben a Rusia como una potencia que es capaz de tener un contrapeso o un efecto disuasorio sobre Estados Unidos, igual que en los tiempos de la Unión Soviética. El aumento de la presencia rusa en la región en gran medida evita que en América Latina se repitan los eventos que tuvieron lugar en el siglo XX, cuando EEUU ejercía una fuerte presión sobre los países de la región, concluyó Súdarev.