El presidente de la Nación, Alberto Fernández, almorzó este mediodía con uno de los titulares de la Confederación General del Trabajo, Héctor Daer, con el fin de coordinar el apoyo del Movimiento Obrero al Gobierno en tanto se negocia la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional y afinar los acuerdos con respecto a las negociaciones salariales que se avecinan, que prometen desatar rispideces y amagos de conflicto que impactarán necesariamente en los planes económicos del Gobierno.
Indudablemente, con Daer, con quien sostiene una larga relación, que lleva 30 años, a Fernández le fue mejor que con Moyano. El camionero, que ejerce una actividad sindical basada en la dureza en sus relaciones con las patronales del transporte, logró una paritaria atípica: un 26,5 por ciento para los primeros seis meses del año. Si a ésta se le suma el 23 por ciento que consiguió su gremio en julio de 2019, la suma alcanza el 49,5 por ciento.
Al término del encuentro, Daer expresó que “tanto el Presidente como nosotros sabemos que el movimiento obrero es muy responsable. Las organizaciones sindicales saben que tenemos que combatir la inflación y al mismo tiempo tenemos que generar las condiciones para no perder poder adquisitivo. Lo vamos a ir llevando con responsabilidad. Se hará paulatinamente“.
Luego, el sindicalista del gremio de Sanidad manifestó que “lo más importante para estos días es que tengamos éxito en la renegociación de la deuda y que tengamos el apoyo de todos los argentinos“.
En el tema salarial, Daer consideró que “si baja la inflación todo va a ser mucho más fácil”, al tiempo que desechó la ventaja de disponer cláusulas gatillo en las negociaciones paritarias. “La cláusula gatillo no es un fin, lo que tenemos que lograr es que no haya pérdida de salarios con el paso del tiempo, de eso estamos convencidos todos”, cerró.
Daer aceptó además que el presidente considera que el Gobierno necesita el apoyo sindical para enviarles una señal a los negociadores del FMI que están en Buenos Aires, revalidando el concepto de unidad que estuvo desde el origen en la creación del Frente de Todos.
Ambos dirigentes peronistas coincidieron en que por ahora no se agitará como estrategia en la negociación con el organismo de crédito multilateral ni la quita ni ninguna investigación judicial sobre la legalidad de la deuda.
Por el contrario, sí se hablará de quita para el caso de los acreedores privados, con los que Daer expresó que “tendrán que esperar o aceptar una quita”. Para el sindicalista, antes que ellos “está la deuda social que existe en la Argentina”.