Enríquez – Crespo Campos, segundo round

Enríquez – Crespo Campos, segundo round

El vicepresidente de la Legislatura, Jorge Enríquez (UCR) denunció ante la Junta de Ética al diputado Julio Crespo Campos (UCD) por las agresiones sufridas durante el cuarto intermedio de la sesión del 23 de agosto pasado


La novela de acción que tiene como protagonistas estelares a los diputados Jorge Enríquez y Julio Crespo Campos continúa. El primer capítulo tuvo lugar el 23 de agosto último en el recinto de sesiones de la Legislatura porteña, durante un acalorado debate en el que, entre otras cosas, se discutió la participación del diputado belicista Víctor Santa María en una supuesta estafa con planes de vivienda.

Con los ánimos exaltados, los legisladores acordaron pasar a un cuarto intermedio. En ese momento, Enriquez – vicepresidente de la Legislatura – y Crespo Campos se cruzaron de un modo nada amistoso, que incluyó algunos tirones de pelo e intentos de trompadas. Las motivaciones del accionar de los ofuscados representantes del pueblo eran las siguientes: Enríquez, a cargo de la sesión, estaba molesto porque las continuas interrupciones del diputado ucedeísta le entorpecían el manejo de la misma, mientras que Crespo Campos bufaba constantemente que el diputado radical no quería cederle la palabra. Finalmente, una vez calmados los ánimos, Enríquez y otros legisladores se reunieron en el salón Eva Perón, durante el cuarto intermedio. Y ahí la escena alcanzó el clímax: según afirmaron algunos de los diputados presentes, Crespo Campos ingresó en la sala fuera de sí y, luego de discutir nuevamente con Enríquez, comenzó a arrojarle objetos, entre ellos, un tintero que, años atrás, había pertenecido a la abanderada de los humildes. Lo hizo con tan mala puntería, que éste fue a parar a la espalda del legislador frepasista Ariel Schifrin, para luego terminar estrellado contra el piso.

El regreso de Enríquez

El 7 de septiembre, el vicepresidente del parlamento porteño se dirigió, por carta, a la diputada aliancista Sandra Dosch, para que el cuerpo que ella preside – la Junta de Ética – tome las medidas que estime correspondientes.

"A efectos de precisar el cuadro de situación en que se desarrollaron los hechos – dice la misiva de Enríquez – debo señalar a usted que, durante el transcurso de la sesión, y encontrándose ésta en un cuarto intermedio, me había acercado a la banca del diputado Crespo Campos para solicitarle que colaborara en el normal desarrollo de la sesión y, cuando me daba vuelta para retirarme (y encontrándome de espaldas a él) me propinó un fuerte tirón de cabellos y luego un "manotazo" en la nuca que me hizo caer los anteojos que tenía puestos".

La descripción del hecho continúa. Así, puede leerse cómo Enríquez esquivó "el objeto devenido en proyectil" o cómo Crespo Campos "pasó a las vías de hecho materializando su agresión" al arrojar "violentamente una plaqueta recordatoria" y "un tintero doble de considerable peso".

Por todo esto, Enríquez pidió que la Junta de Ética juzgue la conducta del diputado ucedeísta y que se expida sobre la procedencia de dar intervención a la autoridad judicial competente.

Desde el despacho de Crespo Campos minimizaron la cuestión. Según un asesor, el legislador "entiende que no hubo incidente y que no hay que darle trascendencia al hecho", del que, asegura, circularon versiones distorsionadas. El mencionado asesor negó que el histórico tintero estuviera en la Legislatura. "Hay un museo en la calle Lafinur en el que se exponen objetos de Evita. Vayan a buscarlo allí" – le dijo a Noticias Urbanas.

Habrá que esperar unos días para ver de qué manera continúa la saga. Mientras tanto, no se sabe en qué lugar se encuentra el tintero de "Esa Mujer".

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