Un proyecto del diputado Oscar Moscariello de la Alianza que ya tiene despacho de la comisión Tránsito y Transporte le aconseja al Ejecutivo de la Ciudad llevar a cabo un relevamiento de la ubicación de los reductores de velocidad construidos en la capital federal con el objeto de remover todos aquellos que no se ajustan a la Ley 230 o que hayan sido construidos en forma no oficial.
La Comisión acepta que la finalidad de los vecinos es loable por el hecho de intentar que los vehículos disminuyan la velocidad -y con ella la inseguridad vial- pero, se ha comprobado que en muchos casos sus dimensiones, su falta de demarcación horizontal y vertical, la falta de iluminación y de carteles preanunciándolos, producen el efecto inverso al buscado generando más peligro que si no existieran.