El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no cae en la cuenta aun de que “el resfriadito”, tal como llama a la pandemia de coronavirus, ya se cobró 444 mil contagiados y más de 19 mil muertos en 187 países, de los cuales 48 provienen de Brasil, además de tener 2271 casos confirmados de contagio.
En tanto este martes criticó el cierre de escuelas y comercios en algunas partes de su país por el coronavirus, al que comparó con una “gripecita” o “resfriadito”.
Durante un pronunciamiento en televisión y radio nacional, Bolsonaro mostró su rechazo a las medidas adoptadas por algunos gobernadores del país que, como en el estado de Sao Paulo desde este mismo martes, han declarado en cuarentena a toda la población, y se plantó contra “la prohibición del transporte” y el “confinamiento en masa” para contener el COVID-19.
“Debemos volver a la normalidad. Algunas autoridades estatales y municipales tienen que abandonar el concepto de tierra arrasada. La prohibición de transportes, el cierre del comercio y el confinamiento en masa”, dijo.
Para el mandatario carioca “no hay por qué cerrar escuelas”, cuando “en el mundo” los más afectados por la pandemia son las personas mayores de 60 años.
Hasta dijo que debido a su “historial de atleta”, en caso de que él mismo fuera infectado, no sentiría nada o sufriría “una gripecita” o “un resfriadito”, y que su gobierno está adoptando todas las medidas necesarias para proteger a la población, pero sin la “histeria” y el “pánico” que, a su juicio, esparcen en el mundo “algunos medios de comunicación”.
“Difunden exactamente la sensación de temor, teniendo como su buque insignia el anuncio de la gran cantidad de víctimas en Italia. Un país con una gran cantidad de personas mayores y con un clima totalmente diferente al nuestro. El escenario perfecto, potenciado por los medios, para que verdadera histeria se extendiera por todo nuestro país”, dijo Bolsonaro.