El secretario de Energía de la Nación, Sergio Lanziani, fue protagonista este sábado de un verdadero escándalo, que comenzó con una serie de denuncias por violación de cuarentena y por difusión de noticias falsas sobre el coronavirus, y que culminó con el secuestro de su celular y computadora.
Todo salió a la luz por el operativo que realizaron las fuerzas de seguridad de Misiones en un domicilio de su pareja Alicia Arruda, ubicado en la ciudad de Oberá, a 95 kilómetros del Aeropuerto de Posadas.
Ese procedimiento se resolvió ante dos investigaciones paralelas. Por un lado, los vecinos de la zona presentaron denuncias contra la propietaria del lugar por violar la cuarentena general que decretó el presidente Alberto Fernández el viernes 20 de marzo para tratar de desacelerar la propagación del coronavirus.
Pero como si fuera poco, la Dirección de Cibercrimen de Misiones determinó que desde ese domicilio se difundieron informaciones falsas a través de las redes sociales sobre el coronavirus y además se promovían los cacerolazos.
“Conforme a tareas de Patrullaje Virtual se observa en la red social Facebook un perfil identificado como Alicia Arruda quien comparte una convocatoria para participar de un cacerolazo, atento a ello en forma inmediata se dio aviso al Juzgado en Turno, quien dispuso la ubicación de la persona y posteriormente se ejecuto allanamiento conforme a un exhorto Nro. 46/20 del Juzgado de Oberá”, indica el parte oficial de esa unidad investigativa dependiente de la Dirección General de Inteligencia Criminal de la Policía de Misiones, al que tuvo acceso Clarín.
En esa provincia, son habituales los operativos para combatir la difusión de noticias falsas.
Cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en la vivienda, encontraron Sergio Lanziani dentro del lugar. Sorprendido, el Secretario de Energía se identificó ante los uniformados y alegó que cumplía allí el período de aislamiento social obligatorio.
“No rompió ninguna cuarentena. Él viajó de Buenos Aires a Posadas y de Posadas a Oberá previo al decreto de la cuarentena obligatoria. Aunque es personal jerárquico del Estado y está exceptuado a cumplir con las restricciones de circulación, así y todo él se quedó en Oberá tal como lo indicó el decreto”, explicaron en su entorno.
Ese también fue el argumento al que recurrió Lanzani cuando los policias le tomaron declaración por las denuncias respecto a la violación de la cuarentena.
Incluso aclaró que solamente una vez dejó esa casa en Oberá para trasladarse a Posadas por “cuestiones familiares”. Es que en la capital provincial el funcionario tiene su domicilio legal.
Las explicaciones de Lanziani bastaron para evitar su detención y la de su pareja, quien quedó a disposición de la Justicia.
Arruda es una reconocida militante política de Misiones que desempeñó cargos ejecutivos a nivel municipal y que actualmente conduce la filial provincial de la Fundación Papa Francisco. Por lo pronto, sobre ella sí pesan las acusaciones por violar la cuarentena, difundir noticias falsas sobre el Covid-19 y, la más llamativa, por convocar cacerolazos.