Pese a los recaudos que se toman en torno al coronavirus, hay otra epidemia que también está presente en la Ciudad y en otras provincias argentinas. Es que el dengue sigue en el territorio porteño se agravó y se registraron 3.173 casos en el primer trimestre de 2020, siendo la mayoría en la Comuna 7, que abarca los barrios de Parque Chacabuco y Flores.
En tanto, durante el mismo período del año pasado, hubo sólo 29 casos en toda la ciudad.
La última epidemia de dengue fue en 2016 y, según el boletín epidemiológico, en las primeras 14 semanas de ese año se registraron 4741 casos en la Ciudad. En ese mismo período, en 2017 hubo 2 casos y en 2018, 68, informa Página 12.
Esta vez, la comuna más afectada es la 7, que abarca los barrios de Flores y Parque Chacabuco, con más de 700 casos. Le siguen las Comunas 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y la 4 (La Boca, Parque Patricios, Barracas, Nueva Pompeya) con más de 600 y 500 casos, respectivamente.
Osvaldo Balossi es miembro de la Junta Comunal 6 por el Frente de Todos, contó a Página 12 que, ante la ausencia de campañas del Gobierno porteño, propuso a la Junta Comunal salir a comunicar medidas de prevención. Sin embargo, todavía no hubo respuesta. El comunero también destacó la importancia de promover políticas contra el dengue en invierno. “La larva del mosquito resiste (en el agua de los recipientes) y, si atacás antes de primavera-verano, que es cuando se desarrolla el mosquito, se puede controlar”, sostuvo Balossi.
Según Balossi, en la Comuna 6 hay 22 casos. “Los espacios públicos se fumigan una vez por semana, pero si no se ataca las casas, no sirve. Además, en la Ciudad hay muchas obras en construcción, no se sabe si hay contenedores que sean focos de reproducción del mosquito”, aseguró el comunero.
“Si no hay un Estado presente que haga difusión y concientice durante todo el año, no hay forma de controlar el dengue. Los números hablan por sí solos. Si no nos cuida el Gobierno de la Ciudad, tenemos que cuidarnos entre todos y pedirles a los vecinos que estén atentos a los lugares donde se puede acumular agua y que se cuiden”, lamentó Balossi.
Un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA comprobó que aparecieron ejemplares de Aedes aegypti, el mosquito que transmite dengue, zika, chikunguña y fiebre amarilla, entre otras enfermedades, en lugares de la Ciudaddonde antes no se había registrado la presencia de esta especie de insecto. Según la investigación, las obras en construcción se convirtieron en espacios que favorecieron la reproducción del Aedes.
“Esta fue una tesis de licenciatura que se hizo el año pasado por algo que nos había pasado en Ciudad Universitaria. Cerca de Ciudad Universitaria hubo ocho obras y apareció Aedes en abundancia”, contó a Página 12 Nicolás Schweigmann, docente de la UBA, investigador del Conicet e integrante del Grupo de Investigación sobre Mosquitos en Argentina (GIMA). La investigación permitió identificar que se trataba de mosquitos que pertenecían a grupos familiares del insecto con presencia en otros barrios porteños. “Así pudimos ver que las nuevas poblaciones de Aedes no eran de Ciudad Universitaria”, explicó Schweigmann.
“Quedan dos semanas de pico, porque los mosquitos infectados que están dando vueltas ahora pueden seguir picando. Conforme se mueran, habrá menos mosquitos con el virus y la posibilidad de que termine el brote en dos semanas es mucho mayor”, explica a Clarín Julián Antman, gerente operativo de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Ciudad.
Es que, remarca el especialista, “cuando la temperatura es menor a 18 grados durante varios días, el mosquito tarda más en hacerse infectivo. Entonces muere antes de poder infectar. Lo más probable es que sigamos con la misma curva de 2016”, remarca Antman.