El dengue tiene mala prensa. No logra ubicarse entre los principales temas de los medios periodísticos. La cobertura sobre el coronavirus monopoliza la atención de la mayoría y las enfermedades transmitidas por mosquitos Aedes Aegypti no se ven reflejadas a pesar de ser un problema de salud pública cada vez más serio. No obstante, y aunque esto no se vea reflejado la Ciudad de Buenos Aires se encuentra inmersa en un escenario de alto riesgo con cifras nunca antes vistas.
En lo que va del año se notificaron 6507 casos de dengue de los cuales 4049 fueron confirmados y según Bárbara Bonelli, Defensora del Pueblo Adjunta de la Ciudad, en la última semana (5 al 11 de abril) se notificaron 580 casos “lo que demuestra que la Ciudad tiene un severo problema con el dengue que nos ubica en un escenario de alto riesgo que no recibe la atención que se merece”. Bonelli aseguró que los datos aportados surgen del Boletín Epidemiológico semanal que publica el Ministerio de Salud porteño y que informa estos datos desde comienzo de 2020 y en el que afirma que el 93 por ciento de los casos confirmados no viajaron a una zona con circulación viral, es decir son autóctonos de mosquitos que nacen en la Ciudad.
Además, la Defensora Adjunta señaló que el dengue no distingue comunas, género ni edades a la hora de atacar y que lo hace en toda la Ciudad pero que son en los barrios más vulnerables donde se notificaron el 90 por ciento de los casos, precisamente en las comunas donde se concentran las mayorías de la villas de la Ciudad: Comunas 7 (Flores y Parque Chacabuco) ,8 (Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo ) y 4 (Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya). Estos barrios son las más afectados y superan la media de la Ciudad en más del 100 por ciento. “Esto también habla de la desigualdad. Hay semanas como por ejemplo la que transcurrió desde el 29 de marzo al 4 de abril donde se registraron 590 casos este año y en ese mismo período pero en el 2019 los casos registrados sólo habían sido 29. Hay que poner más atención a este problema” advirtió la Defensora Adjunta.
En el mismo sentido, Bonelli admitió que si bien el informe manifiesta que se realizan acciones específicas y coordinadas de fumigación y acciones territoriales de prevención “esto no se soluciona solamente con mayor fumigación que está probado que solo mata al mosquito adulto, se necesita fuertes campañas de descacharreo para evitar la reproducción del mosquito y no hay registro de cantidad de intervenciones ni acciones que permitan corroborar que hay un aumento de estas acciones por parte del GCBA para mitigar a la propagación de la enfermedad en un año donde las cifras crecen exponencialmente”.
Finalmente, Bonelli aconsejó intensificar los operativos de descacharreo además de entregar de manera gratuita repelentes para los sectores más vulnerables y en especial a las personas que están en situación de calle y habitando en villas.