El presidente Alberto Fernández aseguró que “a todos nos preocupa la economía, pero más nos preocupa la salud de la gente” y agregó que el objetivo del gobierno es que los “argentinos pasemos esta pandemia tan dolorosa y paguemos con el menor dolor posible”.
“Tenemos que ver como evolucionamos de acá al 10 de mayo”, cuando termina la nueva etapa del aislamiento social por el coronavirus, dijo en una entrevista con el canal de cable TN, pero advirtió que “tenemos que tener conciencia como pueblo de lo que fuimos capaces de hacer”.
“Es un logro social como país, no debemos dejarnos llevar por la ansiedad de algunos, es lo peor que nos puede pasar y tirar todo por la borda”, añadió el mandatario, quien recordó que “en el último DNU recomendé que se autoricen las salidas y que cada uno vea en su lugar de qué modo”.
Según Fernández, “el problema que tenemos es que no estamos manejando un gotero, decir ‘sobre esta copa tiro tres gotas’; manejamos la llave de un oleoducto. Los que gobiernan lo entienden, lo saben y por eso son tan cuidadosos”.
Ahora, para los que “escriben en Twitter, es facilísimo opinar. A veces se dicen cosas muy irresponsables y mucha gente de buena fe lee y cree, y no se da cuenta de que es una noticia falsa o una opinión irresponsable”.
“No quiero que la urgencia contagie a muchos. Eso es lo que trato de evitar”, amplió, pero anticipó que la idea es “paulatinamente ir levantando la cuarentena para que vuelva la normalidad”.
Sobre el levantamiento o la flexibilidad del aislamiento dijo que “quiero ver cuando llegue el lunes (próximo) en qué punto estamos”. El Presidente aseguró que “nos dimos un plan para ver cómo evoluciona esto, lograr que el contagio se duplique cada más de 25 días; la última medición estaba en 17 días”.
El futuro de la economía
Fernández estimó que el Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina podría caer este año entre 5 y 6 puntos como consecuencia de la retracción económica por la pandemia del coronavirus y recordó que cuando llegaron al gobierno con Néstor Kirchner el PBI había caído más de 10 puntos. “De eso volvimos, y vamos a volver ahora, de lo que no se vuelve es de la muerte”, sostuvo.
El Presidente remarcó además el “enorme esfuerzo” del Estado, “que no tiene precedentes”, para llegar con ayuda a la mayor cantidad de gente, aunque aclaró que “la solución es que la economía vuelva a funcionar, que la gente trabaje y gane su ingreso”.
También defendió la propuesta argentina para la deuda externa y dijo que su gobierno “no quiere” caer en default y por eso hizo una propuesta seria para buscar una salida de largo plazo. “Cuando yo era candidato, se me acercaban grupos de acreedores y todos me ofrecían que dejara de pagar cuatro años. Yo podría haberlas aceptado y pasarle el problema al que me siga”, reveló entre sonrisas.
Consultado por si temía el default, aclaró que el país ya estaba en una virtual cesación de pagos desde que la administración de Mauricio Macri dispuso el “reperfilamiento” del endeudamiento.
Y frente a las reiteradas afirmaciones de que el gobierno no tiene un plan económico, el Presidente sostuvo que “tenemos un plan, lo que pasa es que no es el que le gusta a ellos”, dijo en referencia a la oposición, a la que acusó de querer que “ajustemos, ajustemos, ajustemos”.
“Ellos quieren una Argentina para pocos, pero tenemos un plan para que todos ganen. Tenemos el plan perfectamente pensado, pero tenemos detractores, que son los que generaron el default y los que se llevaron los dólares” al exterior, afirmó.
La relación con Cristina Kirchner
Cristina Fernández de Kirchner “no presiona” en la toma de decisiones del Poder Ejecutivo, dijo, y afirmó: “Los dos tenemos una responsabilidad común y estuvimos distanciados durante mucho tiempo como para ponernos a discutir ahora”.
También contó que en las últimas horas conversaron y que intercambiaron ideas sobre una reunión: “Si me invitás un mate cocido voy”, dijo el mandatario, ante lo que la ex presidenta le dijo que le daba lo mismo y que no tenía problemas en ir a Olivos.
El Presidente dijo enfáticamente que quiere “sacar adelante” al país y aseveró: “No estoy pensando en perpetuarme ni en un nuevo mandato”.
Las cárceles y el coronavirus
En cuanto al tema de las cárceles y los presos dijo que “los organismos internacionales han hecho recomendaciones que tomaron los jueces. Liberados por coronavirus no hay muchos. No es lo mismo decir ‘libero’ que ‘andá a cumplir la prisión a tu casa'”.
“No es un tema mío. Es un tema de los jueces. El año pasado se excarceló y se dio por cumplida la pena a mucha más gente que este año y nadie dijo nada”, advirtió.
Añadió que “el coronavirus indujo a los jueces” a liberar convictos “pero ¿cuánta gente salió?” por el virus, se preguntó. E inmediatamente respondió: “De 12.500 personas salieron 300”. Y advirtió: “Si un juez hizo algo indebido deberá explicar lo que hizo. No puede decir que fue inducido por la política. No tenemos nada que ver (el gobernador bonaerense) Axel (Kicillof) o yo”.
También negó una postura en favor del indulto porque “eso es una rémora de la monarquía. Siempre he dicho que es una facultad que un presidente no debe tener”. A la vez, denunció que “durante cuatro años el gobierno de (Mauricio) Macri se olvidó de las cárceles y hubo una lógica de superpoblar” las prisiones, y aseveró que “se hacinó gente en las cárceles y los organismos de derechos humanos internacionales han cuestionado eso”. El Presidente dijo que “hay que construir” establecimientos “para aislar a los grupos de riesgo”.
El mandatario aclaró que “si hubo violencia” en los delitos achacados a los presos que piden la libertad o la domiciliaria, “esos casos no están incluidos”, según las recomendaciones de los organismos internacionales.
Fernández añadió que “las dos Casaciones (el tribunal federal y el bonaerense) sacaron acordadas muy bien escritas y fueron muy buenas las recomendaciones que dieron”.
De la actitud de Pietragalla y las críticas que recibió, afirmó que “hay que estudiar un poco más antes de opinar fácilmente. En ese sentido indicó que “la defensa de Jaime pidió que se cite a la Secretaría de DD.HH. como autoridad de aplicación del Pacto de San José de Costa Rica”, incluido en la Constitución Nacional.
“El Estado no pidió la libertad de nadie”, aseveró Fernández, quien admitió que “Horacio cometió el error de no avisarme, pero me lo explicó y no hay nada más”.
El Impuesto a los millonarios
En cuanto al impuesto a las grandes fortunas que están planteando legisladores del Frente de Todos, dijo que “lo tiene que tratar y resolver el Congreso”.
Fernández afirmó que “no es un impuesto, es un aporte por única vez” para proveer fondos a la lucha contra el Covid-19 “y por su naturaleza no podría ser de otro modo”.
Aunque insistió con que es un tema parlamentario, explicó que “afecta a 11 mil personas que tienen en conjunto unos 1.300 millones de dólares y no me parece nada enloquecido lo que se está planteando”.
La salida de Vanoli
Sobre los cambios en la Anses dijo: “Saqué (al ex titular Alejandro) Vanoli porque no estaba funcionando bien” el organismo. Y reivindicó a la nueva jefa del ente, Fernanda Raverta. “La conozco hace años, es una persona extraordinaria en honestidad y conocimiento de la función pública”, añadió.
En cuanto a “la disputa sobre quién pone Cristina y quién pone Alberto. Cristina y Alberto se nutren del mismo lugar. No presiona Cristina; habla conmigo, a veces estamos de acuerdo, a veces tenemos diferencias”.
“Se nos ocurrió Raverta hablando los dos. Era un nombre que me gustaba para traer al gobierno, No la pude traer (antes) porque se la llevó Axel” a la provincia, explicó.
El albertismo y el frentetodismo
También aseveró que “no existe el ‘albertismo’, existe el ‘frentetodismo’; detesto los personalismos. Creo en la política y los partidos políticos, soy peronista y del Frente de Todos”.
“Soy un tipo muy convencido de lo que tiene que hacer, que ejerce la política con honestidad. Nunca me equivoco malamente, tengo muchas ganas de sacar al país adelante. Quiero un país que sea una verdadera sociedad donde todos ganan. Si es una sociedad donde uno gana y el otro pierde es una estafa”, abundó.
Y tras cartón concluyó: “No estoy pensando en perpetuarme ni en otro mandato”.