El Gobierno porteño implementó la oblea en los ascensores

El Gobierno porteño implementó la oblea en los ascensores

Tal como lo anunciara NOTICIAS URBANAS hace más de dos meses, el Gobierno porteño anunció la modificación del sistema de control de los ascensores de la Ciudad. Entre las reformas se incorporó la utilización de una oblea en la que los conservadores deberán aplicar mensualmente un sticker rojo, amarillo o verde para indicar el estado de cada ascensor


El Gobierno porteño, a través de la Secretaría de Gobierno y Control Comunal, acaba de modificar el decreto N° 578/01 que reglamenta el servicio de mantenimiento y asistencia técnica de ascensores. La reforma incorporó una serie de medidas que permitirá a los usuarios tener un conocimiento cabal sobre su estado y funcionamiento.

El nuevo sistema de control -cuya aplicación fue anunciada como primicia por NOTICIAS URBANAS a mediados de octubre- consiste en la colocación de dos obleas, una adentro y otra afuera del ascensor. En la primera figurarán los datos del conservador. La segunda, en cambio, tendrá un sistema de colores -semejante al de los semáforos- que permitirá saber si es realmente seguro el ascensor que está a punto de utilizarse.

El costo anual de la oblea es de 10 pesos por ascensor, que deberán serán pagados por el consorcio. En caso de que no se encuentre a la vista, se podrá realizar la denuncia ante el Centro de Llamados del Gobierno de la Ciudad 0800-999-2727 para que, de esta manera, se intime al consorcio a regularizar la situación.

El anuncio de la medida fue realizado en un acto que se llevó a cabo este jueves a las 17 en el Salón Blanco del Palacio Municipal, con la presencia del jefe de Gobierno Aníbal Ibarra y de la secretaria de Gobierno y Control Comunal, Silvana Giúdici. También asistieron representantes del Colegio de Ingenieros Industriales, el Colegio de Ingenieros Eléctricos y Mecánicos, la Cámara de Conservadores, la Cámara del Ascensor, las entidades que nuclean a los consorcistas y el sindicato que agrupa a los encargados de edificios -el SUTERH-.

"La decisión del Gobierno es mejorar las condiciones de seguridad de los ascensores, a través de un nuevo sistema de control que incluya la participación activa de los vecinos de la ciudad", explicó la secretaria de Gobierno y Control Comunal, Silvana Giúdici.

"A partir de esta modificación del Decreto 578/01 que reglamenta el servicio de mantenimiento y asistencia técnica de ascensores se pone en marcha un sistema realmente novedoso que utilizará obleas de color verde, amarillo y rojo para que la gente identifique fácilmente las condiciones de funcionamiento del ascensor que está a punto de utilizar", añadió.

LAS MODIFICACIONES, PASO A PASO

Se cambia la planilla originalmente prevista por una oblea de control de conservación expedida por el Gobierno de la Ciudad que permitirá identificar unívocamente al ascensor con su conservador y permitirá, a su vez, asegurar que la máquina esté debidamente habilitada. Ésta deberá colocarse en el interior del ascensor.

También, de ahora en más, se deberá pegar una segunda oblea -denominada "de control de seguridad"- en la puerta de acceso al ascensor en la planta baja de cada edificio. La misma tendrá doce casilleros en los que el conservador colocará cada vez que realice la inspección un sticker que podrá ser rojo, amarillo o verde, según el estado del ascensor. El verde indicará el buen estado; el amarillo, que puede funcionar pero requiere reparaciones urgentes y el rojo que debe clausurarse hasta que sea arreglado porque hay peligro. Para permitir este tipo de clasificaciones debió procederse primero a tipificar cada uno de los posibles desperfectos y a correlacionarlos con la gravedad de los mismos.

Todos los ascensores deberán contar con su correspondiente conservador (inscripto en la Dirección General Fiscalización de Obras y Catastro) y con una planilla ubicada en la cabina del ascensor donde se asentará la fecha en la cual se efectuó el control, que deberá ser mensual.

Hasta el momento las empresas conservadoras realizaban los controles, firmaban una oblea todos los meses e informaban al consorcio mediante un reporte que quedaba registrado en un libro de actas, que por lo general no estaba al alcance de los usuarios de los ascensores.

Las obleas serán proporcionadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para evitar posibles adulteraciones de firmas. Las empresas de conservadores deberán figurar en el registro que posee el Gobierno porteño.

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