En el marco de las negociaciones de la deuda externa que mantiene Argentina con sus acreedores privados, el Grupo Ad Hoc, que reúne a los fondos de inversión más importantes, recibió la recomendación de BlackRock para que baje sus pretensiones y pueda cerrar un trato con el Gobierno.
Según indicó Reuters, Ad Hoc está dispuesto a bajar a entre 50 y 55 centavos por cada dólar la oferta de reestructuración de deuda hecha por el Estado nacional.
Este giro de los fondos de inversión puede ser clave para un avance del entendimiento que busca la administración. Vale destacar que el Grupo Ad Hoc posee unos 16.700 millones de dólares en títulos públicos bajo legislación extranjera, equivalente a más del 25% de la deuda externa en manos privadas, que incluye el 16% de los bonos del canje, y aproximadamente el 32% de los bonos que fueron emitidos durante la gestión de Cambiemos.
Pese a que se estableció como limite el 22 de mayo para que los acreedores ofrezcan una respuesta a la propuesta nacional, el ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló que “hay una alta probabilidad de que sea extendido el plazo de negociación de la deuda, es solo una simple resolución”.
Durante una charla organizada por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham), el titular del Palacio de Hacienda consideró que la extensión de los plazos se justifica porque “estamos en un proceso que valoramos, en la perspectiva que vemos en lograr un acuerdo sustentable y por lo tanto existen alta probabilidades de que sea extendida la fecha y para ello solo debemos hacer una enmienda”. En ese sentido, si bien se manifestó confiado en el avance de las negociaciones, no brindó detalles concretos sobre el tema.
Después de que la propuesta oficial del Gobierno argentino (que incluía un 62% de quita en los intereses, un 5,5% en el capital y un plazo de gracia de tres años para comenzar los pagos) lograra un muy bajo nivel de adhesiones, el viernes tres grupos de bonistas presentaron contraofertas que en general aceptaban solo descuentos mínimos sobre el capital, proponían un pago efectivo de más del 55% de los intereses y ofrecían sólo un año de gracia.
En cuanto a este proceso, Guzmán aclaró que el Gobierno es “flexible” en lo que hace a evaluar alternativas e ideas. Y agregó: “Estamos teniendo un dialogo constructivo en el trabajo de la restructuración de la deuda”.
“Hay una gran chance de que el dealine sea extendido. Las enmiendas (ante la SEC) son necesarias para llegar a un arreglo con los acreedores. El 22 es anecdótico. Estamos en medio de una negociación”, insistió.