En el gen argentino estuvo siempre presente su eterna comparación con Europa; no por nada a Buenos Aires hay quienes la han llamado “la pequeña Europa”. Sin embargo, no en todas las oportunidades se respetan esos genes.
Sin ir más lejos, hasta hoy la legisladora del Frente de Todos, Fernanda Vallejos, es blanco de críticas masivas por presentar un proyecto de ley, la pasada semana, que le otorgaría, en resumen, al Estado quedarse con un porcentaje de acciones de empresas si éstas poseen deudas fiscales importantes.
Como era de esperarse, el cardumen empresarial se lanzó contra la diputada tildándola de funcional al Gobierno, oportunista y “despiadada” ante las consecuencias económicas y financieras que la pandemia de Covid-19 genera en las grandes empresas.
Mas este martes se dio a conocer que la iniciativa “populista” de Vallejos fue adoptada por nadie menos que la canciller alemana, Angela Merkel. Alemania, con su economía reducida en más de dos puntos porcentuales provenientes de su PBI dio fin a esta puja entre lo público-privado con una medida que combina ambas: tras la ayuda millonaria por parte del Estado a grandes empresas, deberán estas deudoras ceder parte de sus acciones como forma de pago y garantía. Cabe mencionar que el borrador ya cuenta con el apoyo no solo de Claudio Moroni, sino también del mismo Máximo Kirchner.
En contexto de aislamiento social en casi todo el mundo para evitar la propagación del coronavirus trae escenarios inéditos, donde el Estado también requiere de fondos para paliar las pérdidas incalculables que esta enfermedad trae aparejada en términos productivos y comerciales.
En concreto, el Estado alemán lanzó un paquete de rescate para la aerolínea Lufthansa de casi 10 mil millones de dólares, y se trata del mayor rescate corporativo alemán desde la crisis del coronavirus, con el Estado tomando una participación del 20%, que podría aumentar al 25% más una acción en el caso de un intento de adquisición, ya que busca proteger miles de puestos de trabajo.
Según The Guardian, el gobierno nacional de Alemania ha pasado décadas descargando participaciones en empresas, pero sigue siendo un gran accionista en antiguos monopolios estatales como Deutsche Post y Deutsche Telekom. Berlín también tiene una participación del 15% en Commerzbank, que asumió durante la crisis financiera mundial.
Así, Berlín, que ha establecido un fondo de 100.000 millones de euros para tomar participaciones en compañías afectadas por la crisis del coronavirus, dijo que planea vender la participación de Lufthansa a fines de 2023.
Por otro lado, y en paralelo, existe en Argentina ya un caso paradigmático de una empresa aparentemente saludable que repentinamente cayó en default en los últimos meses del 2019. Se trata de la alimenticia Vicentín, que debe a otras empresas del sector agrícola y a los bancos Nación, Ciudad, BICE y Provincia 1.350 millones de dólares.
El Nación es el banco que lidera el consorcio de acreedores, ya que la deuda mayor es con éste y es en las oficinas de Plaza de Mayo adonde el proyecto de Vallejos es mirado con mayor simpatía, por lo que podría ser el “leading case” de esta norma.
El efecto del proyecto de la diputada –que es muy cercana al exvicepresidente Amado Boudou- podría generar una catarata de pagos de distintos acreedores, que suelen confiar en la existencia de un “estado bobo”, que deviene en un incesante proveedor de fondos, sin contrapartida, según expuso el periodista Horacio Ríos en este medio.
El mensaje que intentan enviar desde el Estado es el siguiente: es necesario pagar las deudas, sino el Estado se convertirá en su socio.