Elisa Carrió, líder del ARI, la furtza moral de la república degradada, advirtió ayer con el dedo leventado que tanto el peronismo en sus dosd vertientes, el de Alberto Fernández (vía Daniel Filmus) y el de Jorge Telerman, iniciaron "una campaña violenta" que podría "derivar en un desgaste de la sociedad por mantener el poder".
La dirigente chaqueñas también dijo que Néstor Kirchner y el empresario Mauricio Macri tienen un "acuerdo tácito" pensado para "sacar a Telerman de la Ciudad" y "polarizar la pelea entre ellos".
En declaraciones radiales, Carrió agregó que contra la voluntad de algunos de los suyos- se negó a "bajar" a la ciudad.
"Es claro que yo puedo ganar en la Capital, pero no se puede dejar huérfana a la Nación", aunque aseguró que "vamos a tener candidato en la Ciudad".
Ese candidayo tiene nombre y apellido y no sería otro que el histórico socio y ex vicejefe de Gobierno de Fernando de la Rúa, Enrique Olivera, que fue jefe Gobierno cuando el radical cordobés ganó las elecciones generales de 1999.