A pesar de que el presidente Alberto Fernández recalque constantemente en sus conferencias de prensa que las prioridades son la salud y no la economía, lo cierto es que las urgencias de esta última se acrecentan.
La deuda con los bonistas, el gasto público, el default, la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y otros ítems sofocan ahora al Gobierno al unísono.
Por un lado, según explicó el ministro de Economía, Martín Guzmán, a última hora de este jueves, la oferta argentina para renegociar la deuda en bonos bajo jurisdicción extranjera habría sido mejorada substancialmente, en lo que podría implicar un importante avance en el proceso de acuerdo con los bonistas extranjeros, lo que permitiría al país salir de su actual estado de default técnico.
En la nueva oferta el set de bonos que propuso el gobierno tiene un valor presente neto (VPN) de 50 dólares por cada 100, una oferta mucho más cercana a lo requerido por los bonistas que los 39 anteriores. Para avanzar en los diálogos en torno a esta oferta sería necesario extender nuevamente los plazos de discusión, más allá del 2 de junio fijado por Guzmán.
En las últimas horas, los grandes grupos de bonistas también presentaron una contraoferta unificada, que implicaría un alivio de flujo de fondos del orden de los 36.000 millones de dólares durante nueve años.
Por otro lado, el FMI se encuentra calculando una mediación urgente que evite el default en la Argentina, y salió a terciar al país en medio de la discusión con los bonistas. Por esto, miembros del directorio del organismo están manteniendo conversaciones con Martín Guzmán y su equipo y también con los principales fondos de inversión norteamericanos, y sostienen que “en una deuda de solo el 17% del PBI, debería primar el criterio de aceptabilidad de la propuesta; es la única manera de que Argentina recupere el acceso al mercado”.
En este punto influyó la CGT que, este miércoles, mantuvo una reunión virtual con las autoridades del FMI que acompañen un acuerdo entre Argentina y los acreedores privados para que el país emerja del “default virtual actual”. El FMI mostró sintonía con el pedido y calificó el encuentro como positivo y cordial.
“La reunión fue una oportunidad para oír de primera mano a los dirigentes sindicales sobre su visión de los desafíos económicos, sociales y laborales del país tanto en el corto plazo por la crisis generada por la pandemia del Covid-19 así como en el mediano y largo plazo”, sostuvo el organismo internacional.