La sorpresiva decisión del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, de postular a Mauricio Claver-Carone a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo alteró todas las predicciones que se barajaban previamente.
Hasta el martes último, cuando la Casa Blanca comunicó la decisión, existían al menos dos candidatos: el argentino Gustavo Béliz y el brasileño Rodrigo Xavier. Ambos postulantes llegaban a esa instancia con el beneplácito del Palacio San Martín y el Planalto, respectivamente. Bolsonaro, inclusive, había pensado en un principio en proponer a Carlos Da Costa o Sivina Bastos, que después quedaron relegados por Xavier.
La sorpresa reside en que tradicionalmente el BID ha estado presidido a los largo de su historia por un latinoamericano, mientras que el FMI ha estado en manos de un europeo y el Banco Mundial de un norteamericano.
El BID fue fundado en 1959, está compuesto por 48 estados-miembro, de los cuales sólo 26 –todos latinoamericanos- pueden tomar préstamos y poseen además el 50,2 por ciento de las acciones.
Los restantes 22 miembros del BID -EE.UU. y países europeos y asiáticos-, son sólo donantes y poseen el 49,8 por ciento del paquete accionario. Esto les da derecho a ocupar un sillón en el directorio. Durante sus 61 años de existencia, hubo sólo cuatro presidentes del BID, que fueron el exministro de Hacienda de Chile Felipe Herrera (1960-1070); el exsecretario de Hacienda de México, Antonio Ortiz Mena (1970-1988); el excanciller de Uruguay, Enrique Iglesias (1988-2005) y el exministro de Desarrollo de Colombia, Luis Alberto Moreno (2005-2020).
La elección del nuevo presidente iba a realizarse durante la Asamblea de Gobernadores del BID y de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) que estaba previsto que se desarrollara entre el 18 y el 22 de marzo pasados en Barranquilla, Colombia. La pandemia obligó a postergar ambas instancias y finalmente se hará en la primera quincena de septiembre de este año. El mandato del actual presidente expira el 1° de octubre próximo, día en que asumirá su sucesor.
Claver Carone: el duro de Trump en Latinoamérica
Mauricio Claver-Carone es actualmente el director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Antes ocupó la silla de EE.UU en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), en los tiempos en que el organismo aprobó el préstamo por u$s 50.000 millones para la Argentina, en 2018, cuando Mauricio Macri era el presidente de nuestro país.
En su carácter de asesor en seguridad de Trump es uno de los artífices del endurecimiento extremo de la política exterior norteamericana contra Venezuela y Cuba, un tema que le valió algún roce con el gobierno de Alberto Fernández.
Luego de conocerse su postulación, Claver Carone manifestó que “ésta es una oportunidad única para ayudar a conducir al banco a través de la crisis Covid-19, y para movilizar todas las herramientas a nuestra disposición”, para expresa luego que “el principal objetivo será ayudar a la región a crecer”.
Este abogado nacido en Miami y criado en España se mostró optimistas acerca de su elección, asegurando que ya consiguió el apoyo de 15 países de la región, a los que habría que sumar el 30 por ciento que pone Washington sobre la mesa.
Mal con Argentina desde el primer día
Claver Carone llegó a Buenos Aires el día anterior de la asunción de Alberto Fernández y se retiró un día antes de lo planeado. La razón fue la invitación que había cursado la cancillería argentina al canciller venezolano, Jorge Rodríguez, que le valió un arranque de furia y adoptar una actitud de suprema descortesía, al abandonar la recepción con la que el nuevo presidente de disponía a agasajar a las delegaciones extranjera.
Posteriormente, apenas tres días más tarde, el norteamericano manifestó con brutal claridad acerca de sus exigencias para con la política internacional argentina. “Queremos saber si Alberto Fernández va a ser un abogado de la democracia en la región o apologista de las dictaduras y caudillos de la región, sean Maduro, Correa o Morales”, expresó en una conferencia telefónica con medios de la región.
Luego aclaró que Trump albergaba la intención de “tener una relación productiva” con el nuevo presidente argentino, aunque advirtiendo que “juzgaremos a Argentina por sus hechos”.
Trump, antes aún de pasar a apoyar a un brasileño para el BID, estaba dispuesto hace dos años a impulsar la candidatura de Rogelio Frigerio, pero los repetidos engaños a que lo sometió Mauricio Macri -el último de ellos fue cuando le aseguró que su reelección estaba garantizada- lo hicieron inclinarse hacia Brasil.
Béliz y la nueva realidad
Argentina postuló al secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia desde el primer momento y para eso el Alberto Fernández gestionó y obtuvo personalmente en enero de este año el apoyo de su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Igualmente, las posibilidades de Béliz para acceder al cargo eran remotas, más aún con Bolsonaro apoyando a un candidato brasileño, ya que al comienzo de este año Trump compartía esa posición. Luego sobrevendría el viraje hacia Claver-Carone y la situación antes descripta.
Una vez presentadas las candidaturas, la única instancia en que éstas pueden ser desechadas es por la oposición del directorio del BID. La tradición hasta ahora era que EE.UU. postulaba a un candidato propuesto por Latinoamérica, que sólo podía ser vetado por el directorio, que nunca lo hizo hasta ahora.