En el marco de la intervención dispuesta por el Gobierno Nacional en la empresa Vicentin, la Sindicatura General de la Nación envió al órgano de intervención de la empresa el resultado de las auditorías desarrolladas en la ciudad de Avellaneda, Santa Fe.
La SIGEN presentó tres informes que reflejan el resultado de su corta gestión. El primero, referido a la situación de la empresa al momento de hacerse presente en la administración. Otro correspondiente a un estudio sobre el sistema informático de Vicentin, y un tercer informe con las consideraciones que surgen de las Actas de Directorio de los dos últimos años.
Los documentos de las auditorías dan cuenta de situaciones extremadamente confusas, que estarían orientadas a diluir la participación y la responsabilidad de accionistas de Vicentin en distintas empresas nacionales e internacionales.
En este orden, el equipo de auditores -encabezado por el gerente Juan Manuel Suárez e integrado por otros 10 funcionarios- solicitó información sobre la composición accionaria de las sociedades en las cuales Vicentin es accionista minoritario. Sin embargo, por la misma falta de información aportada por la empresa, no se pudo verificar la real conformación del paquete de sociedades que integra.
El análisis de las actuaciones de SIGEN parece reflejar la enredada vinculación entre estas empresas y cómo estos manejos afectaron en forma directa a los trabajadores de la firma, a los productores de la provincia, y a la banca Nacional e Internacional.
Debe destacarse que el órgano interventor elevó la información brindada por SIGEN a la justicia, que tiene a su cargo el Caso Vicentin, como antecedentes de la conducta de la empresa.
Antecedentes
Poco después de que el Gobierno nacional decretara la intervención de la empresa que defaulteó por u$s 1.400 millones a más de 2.600 acreedores, la SIGEN trabajó en la sede de Avellaneda entre el 16 y 19 junio. Hicieron entrevistas, arqueos, relevamientos de acreedores, corte de documentación y pidieron libros y cuentas bancarias, entre otras cosas.
No fueron muy bien recibidos, a juzgar por lo que escribieron en el informe que se difundió sobre el fin de semana. “Durante la auditoría no fuimos atendidos por gerentes ni directores de la empresa, sino por un síndico integrante de la Comisión Fiscalizadora, quien, a su vez, cumple tareas de asesoramiento contable”, señalaron, antes de poner en tela de juicio la compatibilidad de esa doble función.
Aseguraron que tampoco se les brindó información contable “que permita cotejar los controles realizados durante la auditoría de corte”. Sobre todo, en un punto que preocupa mucho tanto a los gobiernos nacional y provincial como a los acreedores extranjeros que presentaron un pedido de discovery en la Justicia estadounidense: la información completa y actualizada sobre “el entramado societario íntegro del grupo Vicentin Saic, ya sea en el país y en el exterior.
Los auditores solicitaron información sobre la composición accionaria de la sociedades en las cuales Vicentin Saic es accionista minoritario, así como información que permita comprender la relación entre Vicentin Saic y Vicentin Family Group.
“Por la carencia de información aportada por personal de la empresa, no se pudo verificar la real conformación del holding de sociedades que integra Vicentin Saic”, escribieron. Pero sí pudieron determinar, a partir de los datos relevados, que existe “un entramado societario grande y complejo”.
La SIGEN constató durante el arqueo de fondos que hay una “administración centralizada de muchas empresas del grupo”, que “conlleva a la superposición de los patrimonios de las distintas sociedades”.
Es más, los inspectores advirtieron que en esa relación hay “riesgo potencial de utilizar fondos” de la empresa concursada para “cancelar compromisos de otra sociedades, en detrimento del patrimonio societario”.