La inseguridad en la provincia de Buenos Aires no se detuvo ni siquiera en la cuarentena. Aunque muchos después del 20 de marzo, cuando comenzó el aislamiento, se aventuraron a decir que los delitos iban a bajar mucho, no fue eso lo que sucedió. Las últimas estadísticas oficiales publicadas por la Procuración General bonaerense en su sitio web muestran que los delitos bajaron si se comparan con los cometidos en el mismo período del 2019. Sin embargo, siguen siendo cifras elevadas entre las que se destacan las de robo y hurtos.
En los primeros 60 días de la cuarentena el índice de delitos tocó un piso y empezó a incrementarse.
En total, hubo 42.947 robos y hurtos entre el 20 de marzo (primer día del aislamiento social, preventivo y obligatorio) y el 25 de junio, según las cifras difundidas por la Procuración General bonaerense. Esto significa que cada día hubo 442 de estos delitos.
Según el informe, se registraron 18.929 robos, 5.980 delitos de robo agravado por uso de arma y 3.090 delitos de otros robos agravados. En total, ascienden a 27.999. Por su parte, hubo 11.481 hurtos, 2.889 hurtos agravados vehículos dejados en la vía pública y 578 incluidos dentro de la categoría otros hurtos agravados.
Es decir, que el total se eleva a 14.948. Según los especaialistas se espera una mayor ola de inseguridad debido a que la criss económica se profundizará como consecuencia de la pandemia del coronavirus y las medidas provocads por la cuarentena.
La violencia en los delitos es algo que preocupa a la población y también a las autoridades. Así lo admitió ayer martes 28 de julio el secretario de Seguridad de la Nación, Eduardo Villalba en diálogo con radio La Red: “De acuerdo a los reportes que tenemos en donde están nuestras fuerzas federales, (subieron) los delitos contra la propiedad en general, el robo, esos mismos delitos realizados en el contexto de un mismo barrio y esos mismos delitos, que es los más preocupante de atender, en muchos casos con mucha violencia, con uso de armas y mayor violencia”.
A eso hay que sumarle, que el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni dijo que el aumento del delito se debe a la crisis económica “que tiene sus secuelas en las crisis sociales”. El funcionario fortaleció su argumento al consignar que el perfil de los delincuentes cambió: los crímenes son perpetrados por gente sin antecedentes, más joven y desorganizada.