La diputada nacional del Pro, Carmen Polledo, en diálogo con Noticias Urbanas, tomó parte en las tensas discusiones por la forma de sesionar de los diputados en la pandemia. Con los proyectos de reforma judicial, previsional y de impuesto a la riqueza como temas de fondo, la legisladora cuestionó con dureza al presidente de la Cámara, Sergio Massa, aseguró que la oposición está dispuesta a negociar y llamó al diálogo.
¿Cómo evalúa la posición del oficialismo esta semana en Diputados por el protocolo para sesionar?
Nosotros fuimos con un planteo racional, no teníamos más protocolo. Había que renovar ese pacto, que tiene características muy puntuales en el marco del aislamiento. Lo que se buscó es un consenso, que todos estuviéramos de acuerdo en las reglas que queríamos sostener, para seguir trabajando. No pasa sólo por la parte de si es virtual o presencial. Uno de los temas es ése, pero el tema más profundo tiene que ver con los temas a tratar. Yo no estoy dispuesta a tratar de forma telemática temas de envergadura, complicados, como los proyectos de reforma judicial y previsional, que tienen una fuerte importancia institucional.
¿Por qué?
He participado en todas las sesiones, y cada tres minutos a uno se le corta la luz, no se escucha bien. Cuando se trata de un tema de peso, la negociación debe ser cara a cara. Para dar el debate. Entiendo que haya personas que por determinados motivos no quieran salir de sus casas, pero es en el Parlamento adonde tenemos que hablar este tipo de temas que hacen a la esencia de nuestra República. Ayer ocurrió un disparate: figuraba que los presentes no estábamos presentes. Es algo muy peligroso, casi esquizofrénico. Es negar la realidad. El hecho de que los que estábamos sentados no existiéramos fue un mensaje muy complicado. Nos anularon, no existíamos.
¿Cómo evalúa el rol y las acciones de Massa?
El presidente Massa no debe estar contento hoy. Si estuviera en su lugar, yo no estaría contenta, porque es un fracaso no encontrar un punto de acuerdo. Escuché muchos discursos complicados y violentos. No puede ser que hayan salido a buscar acuerdos con los bloques chicos y hayan excluido al 45 por ciento de los representantes. No fuimos convocados, no fuimos a una charla, nadie sabía nada. Es el mundo al revés. Creo que el presidente Massa no debe estar contento, porque la propuesta que hacen de la Argentina está al revés de cómo lo ve la sociedad. No sé cómo van a sostener una situación así. Y ojalá haya algún tipo de posibilidad. Creo que si hay voluntad de hablar, se va a dar de alguna forma, alguna instancia. Sino, estamos dando un pobre mensaje.
Carrió lo llamó “golpista”. ¿Está de acuerdo?
Respeto mucho a Carrió, tiene mucha experiencia y ella ha presenciado situaciones que yo no. Más allá de la expresión puntual, ella quiere sacudir el tablero. Dice las cosas a la sociedad de forma sencilla. Que no te puedas sentar a encontrar un punto de acuerdo con el 45 por ciento de los congresales que no están de acuerdo vos, es una frustración. La labor duró ocho horas y no se pudo encontrar un punto de acuerdo. Todo era blanco o negro, sin grises, aristas ni facetas. Creo que tenemos que ser conscientes de que esto es grave. Creo que los argentinos esperan algo más.
En esta Argentina y en este mundo convulsionado, tenemos que construir algo entre todos. Están buscando la desunión y la fractura. La única posibilidad es la moderación del diálogo.
¿Cree que Massa seguía órdenes de Cristina Kirchner?
No lo sé, puedo ver e imaginar que obviamente hay mandatos que lo exceden. Pero no lo sé. Cuando sos el número uno de un cuerpo, tenés que trabajar para tener un trato cordial, fluido, estar sentado ahí para resolver inquietudes, para que las cosas fluyan. Desde ese punto de vista, no puede estar contento. No se pudo resolver un tema que lo atañe a él en primera persona. No sé cuáles fueron los impedimentos para lograr un acuerdo.
¿Cree que detrás de esta resistencia a las sesiones presenciales se busca facilitar la aprobación de la reforma judicial?
Sí, todo hace pensar que es de esta manera. Y el 15 de septiembre entra el proyecto de Presupuesto, está el de impuesto a la riqueza… Hay temas muy sensibles. El tema jubilatorio atañe a un grupo enorme de ciudadanos. Me tocó estar en el Congreso en diciembre del 17, cuando varios diputados que hacían un panegírico de la barbaridad, incentivaban las piedras. Hay una doble vara. En esta Argentina y en este mundo convulsionado, tenemos que construir algo entre todos. Están buscando la desunión y la fractura. La única posibilidad es la moderación del diálogo.