“Para que nadie se confunda, el Gobierno mantuvo siempre la misma posición sobre Venezuela”, expresó el canciller Felipe Solá, en una serie de tuits que publicó en su cuenta de Twitter, Además manifestó que quieren “ayudar a que los venezolanos tengan un funcionamiento pleno de sus instituciones sin interferencias externas, sanciones ni castigos unilaterales”.
Tras las críticas que recibió el Gobierno de Alberto Fernández de dirigentes de su propio espacio, por la postura Argentina de rechazar “los bloqueos y las sanciones” al gobierno de Nicolás Maduro, desde la Cancillería salieron a explicar la postura Argentina y aclarar los tantos.
El canciller ratificó el apoyo de la Argentina al informe de Naciones Unidas sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
Solá señaló que los votos de Argentina “en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra continúan con la misma política y se sigue reconociendo la importancia primordial del Informe Bachelet”.
“La delegación argentina tomó en consideración el Informe Bachelet, que apunta a lograr una mejor cooperación del gobierno venezolano. Para eso pidió la presencia de una oficina permanente en Venezuela de la Alta Comisionada con los medios técnicos y financieros necesarios”, sostuvo el canciller.
Solá amplió: “La primera resolución presentada elude expresamente en su primer párrafo operativo el informe Bachelet de 2019 que preocupara en plena campaña electoral al entonces candidato Fernández. ”
El segundo proyecto de Ginebra (“Situación de los derechos humanos en la República Bolivariana de Venezuela”) sí acoge con beneplácito todos los informes de la Alta Comisionada, sin excluir ninguno, y contempla mecanismos de protección para mejorar la situación en dicho país”, remarcó.
Asimismo, reveló que “la Argentina reclamó en Ginebra que hubiera una sola declaración”, pero añadió que “desafortunadamente eso no ocurrió”. “Entonces, la delegación se abstuvo en un proyecto y votó, junto al Grupo de Contacto, en favor del documento que estimó más adecuado”, aclaró Solá.
Solá recordó que el 10 de diciembre pasado “el presidente Alberto Fernández retomó las relaciones con Venezuela, no reconociendo a Juan Guaidó ni a su pretendida representación”, al tiempo que añadió que el mandatario nacional “canceló la prohibición de entrar al país de 411 venezolanos, identificados unilateralmente sin sustento alguno por el gobierno de (Mauricio) Macri”.
“Antes de asumir el Gobierno, en julio de 2019, el entonces candidato Alberto Fernández recomendó prestarle atención a un informe de la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH Michelle Bachelet que instó a Venezuela a adoptar medidas específicas en materia de DDHH”, recordó el ministro como para reforzar el respaldo que le dio la Argentina a ese hecho.
Solá indicó que “en enero, en Venezuela, se votaron autoridades en dos asambleas legislativas al mismo tiempo”, al tiempo que remarcó que “la Argentina exhortó a que los métodos de elección se ajustaran a Derecho y cuestionó ambos procedimientos, que enrarecieron aún más el clima político”.
“En todos los foros, con presencia física o virtual, donde se tratara el tema de Venezuela, nuestro país mantuvo siempre su oposición a las sanciones y a la injerencia externa en la vida política”, explicó y aseguró que la Argentina “reafirmó su posición en la primera reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) presidida por México”.
“Un mes después, en sus encuentros con los líderes europeos, en febrero, el Presidente reiteró su condena a los bloqueos contra Venezuela”, añadió.
Solá añadió que “el Gobierno se negó siempre a firmar las declaraciones propuestas por el Grupo de Lima que avalaban esas sanciones”.
“En Ginebra, en julio, el representante argentino compartió con otros Estados su preocupación por la situación de los DDHH y denunció el agravamiento de la crisis económica y social, debido a las sanciones y a la pandemia, haciéndose eco del mensaje de la Alta Comisionada”, aseveró.
Asimismo, recordó que el 10 de agosto pasado “la Argentina se sumó al Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, que lo integran la Unión Europea como entidad y 12 países de Europa y América Latina”.
“Lo hizo con el objetivo común de encontrar acompañamiento y fuerza política para una salida consensuada a la crisis”, detalló y explicó: “El 17 de septiembre la Argentina participó de su primera reunión en el Grupo de Contacto. Mantuvo su postura de no intervención en asuntos internos de otros Estados y de defender la democracia, los derechos humanos y la justicia”.