Los remedios aumentarán entre un 8 y un 12 por ciento. Lo aseguraron las empresas del rubro que, sin embargo, prefirieron postergar la medida hasta que el gobierno anuncie el nuevo plan económico. La momentánea marcha atrás fue decidida en una reunión realizada el miércoles por noche en la sede de CAEME -la cámara empresaria que reúne a las compañías extranjeras- en la que participaron también los directivos de CILFA, la asociación que congrega a los laboratorios nacionales.
La espera estaría motivada por las sucesivas negociaciones que vienen manteniendo ambas cámaras con el Poder Ejecutivo Nacional y que lograron impedir un aumento inmediatamente inmediatamente posterior a la salida de la convertibilidad.
Sin embargo, los laboratorios argumentan que con la devaluación se encarecieron sus costos y que, en algunos casos, se utilizan insumos importados que les cuestan un 40 por ciento más, debido al nuevo tipo de cambio. Es por eso que el ajuste está decidido y será inminente "para no llevar a las empresas a una situación de quiebra". Así lo afirmó un empresario que, al mismo tiempo, se lamentaba porque ya no tendría "las ganancias del pasado".
El panorama en el sector es grave. Días atrás, desde el Colegio Farmacéutico vaticinaban el posible cierre del 90 por ciento de las farmacias porteñas por el actual desfinanciamiento y quiebre de la cadena de pagos. Al respecto, su vicepresidente, el Dr. Oscar Raúl Oviedo, aseguró hace una semana a NOTICIAS URBANAS que "no todos los proveedores aceptaban patacones o lecops, monedas que sí recibían las farmacias de sus clientes. También manifestó que el Colegio Farmacéutico estaba realizando todo tipo de gestiones para que los laboratorios alargaran los plazos para cobrar sus ventas.
La escasez de los remedios es otro problema que surgió a partir de los anuncios de devaluación. Al respecto, laboratorios y farmacias se echaron la culpa mutuamente acusándose unos a otros de retener los medicamentos y especular con el futuro aumento.
