La ministra de Educación del Gobierno de la Ciudad, Soledad Acuña, adelantó que la idea de la administración de Horacio Rodríguez Larreta es adelantar el inicio del ciclo lectivo del 2021 y comenzar las clases y de manera presencial el 17 de febrero. Frente a esa noticia, uno de los gremios docentes porteños adelantó su oposición.
Ademys rechazó el retorno de las actividades educativas presenciales y señaló que las autoridades deberían convocar a las organizaciones gremiales para escuchar su postura.
Además, el sindicato docente confirmó que profundizará la medida de fuerza que cumple desde el pasado miércoles en rechazo al retorno de las actividades educativas presenciales, y convocó a un paro que finalizará el sábado 7 de noviembre.
El secretario adjunto de Ademys, Jorge Adaro, aseguró a Télam que “lo que correspondería es que la ministra convoque a las organizaciones sindicales y escuchar la opinión de la docencia, y esto no se ha dado”.
“Esto -agregó- es puro maquillaje si no se resuelve con decisión política suministrar computadoras y conectividad a los pibes y docentes. Si esto no es así, no hay ninguna posibilidad de garantizar un proceso de educación continuo”.
Asimismo, criticó las “burbujas” que fueron planteadas por el Gobierno de la Ciudad para escolarizar a los alumnos sin conectividad al decir que fueron “un fracaso rotundo, ya que nadie está yendo, porque los padres no tienen certeza de las medidas de salud e higiene”.
“Desde que el Gobierno abrió las burbujas tenemos seis casos de compañeros afectados por el Covid en las escuelas y el Gobierno oculta esa información”, argumentó el dirigente de Ademys.
Sobre las condiciones que pondría el gremio para la vuelta a clases presenciales en 2021, el dirigente sindical consideró que “sería aventurado hacer una definición cuando no se sabe cuál va a ser el marco de la pandemia en ese momento”.