El miércoles por la tarde se le realizó la autopsia al cuerpo de Diego Maradona. Según esos datos preliminares se llegó a la conclusión de que el exjugador de fútbol murió debido a una “insuficiencia cardíaca aguda, en un paciente con una miocardiopatía dilatada, insuficiencia cardíaca congestiva crónica que generó edema agudo de pulmón”.
Además, según la autopsia que se le realizó en la Morgue del partido bonaerense de San Fernando, Maradona murió mientras dormía, la noche del martes 24 al miércoles 25.
Así se desprende de las primeras fases de la investigación que establecieron en base a declaraciones testimoniales, que fue visto por última vez con vida, el 24 a las 23, por su sobrino, que vivía junto a él, en el barrio cerrado San Andrés, de Benavidez.
El miércoles, después de las 11.30, llegaron el psicólogo y la psiquiatra personales de Maradona, quienes ingresaron a la habitación. Le hablaron, pero el astro, que parecía estar dormido, no respondió.
Ante ese escenario convocaron al sobrino y el asistente de Maradona quienes intentaron despertarlo y sin observar, en principio, la existencia de signos vitales requirieron la presencia de la enfermera y la psiquiatra quienes le realizan maniobras de reanimación, que resultaron infructuosas.
Luego de que se conociera su deceso, a las 13.20, la justicia de San Isidro tomó conocimiento de lo sucedido, tras lo cual el Fiscal General de esa jurisdicción, John Broyad, dispuso la creación de un grupo de trabajo, conformado por los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari, y Cosme Iribarren, para que coordinadamente encabecen la investigación.
La causa está caratulada como “Maradona, Diego Armando sobre averiguación de causales de muerte”.