"Lamentamos las vidas inocentes que se perdieron en los atentados de Estados Unidos. Pero muchos de los funcionarios que hablan de terrorismo no se atreven a decir que el terrorismo de estado es de EEUU y que la guerra en el Golfo ha causado 500 mil muertos", afirmó el dirigente piquetero Juan Carlos Alderete al finalizar la Marcha Nacional contra la Pobreza que durante diez días recorrieron más de ochenta ciudades de la Argentina.
En la Plaza de Mayo, donde se realizó el acto de cierre, decenas de dirigentes piqueteros y de desocupados del país prometieron no dar tregua en la lucha contra el ajuste y reclamaron un seguro de empleo y formación de 380 pesos para los jefes de familia desocupados y que se disponga un salario familiar de 60 pesos por hijo.
"Basta de este ajuste que tanto zufrimiento causa a millones de compatriotas en este momento", afirmaron. "Muchos de ellos se encuentran en la desesperación mientras avanza el hambre, la desocupación y la desesperación de miles de familias argentinas", dijeron ante la aclamación de miles de manifestantes.
Por su parte, el titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, afirmó hoy el valor de la marcha nacional contra la pobreza, tras once días de movilización por todo el país. Y aseguró que es "la reafirmación de un movimiento nacional contra la pobreza". La iniciativa reunió a miles de organizaciones populares a lo largo de 82 ciudades y más de 27.000 kilómetros y hoy concluyó tras 36 horas de protestas en las rutas y caminos de la Argentina.
De Gennaro denunció que todos los días llegan a Buenos Aires 100 mil personas, el 72 por ciento de ellas chicos menores de edad, "a revolver bolsas de basura porque tienen hambre". "Nosotros salimos a marchar contra la irracionalidad de los que se enriquecen con nuestra pobreza. Marchamos contra la irracionalidad de que haya dos millones y medio de compatriotas desocupados", agregó.
Mientras se avecinan las próximas elecciones legislativas de octubre los líderes de las organizaciones de desocupados no imaginan un futuro promisorio. "Que dificil es pensar un país para el año que viene -aseguró Luis D’Elía- donde liquiden el fondo de financiamiento educativo, donde recorten a fondo el presupuesto universitario, donde liquiden los planes trabajar, el Anses, el Pami; donde se amenaza con recotar la copatircipación federal dando una puñalada la interior del país".
La recesión económica, una de las más prolongadas de los últimos tiempos con diez años de contracción constante en el PBI, promete castigar aún más a los pequeños y medianos productores del campo y otros sectores productivos. "Lo que no va a ser dificil, para cada uno de los que estamos en esta plaza y en el resto del país, es que le hagamos imposible la vida a todos aquellos legisladores que aprueben este presupuesto para el 2002", amenazó D’Elía, al tiempo que prometió trasladar los piquetes a las puertas de sus casas "para que así como ellos levantan la mano contra el pueblo, nosotros no les demos tregua".
Por otra parte, la justicia en lo contencioso administrativo ordenó hoy al Gobierno que cese en los descuentos salariales aplicados en el marco de la llamada ley de Déficit Cero y dispuso el reintegro de los importes descontados. "El privilegio de la deuda externa aparece anteponiéndose al cumplimiento de cláusulas y prioritarias obligaciones constitucionales en materia de gasto social", afirmó en otro fallo contra el ajuste la jueza Liliana Heiland.