Exclusivo: la renuncia del canciller Felipe Solá es una decisión tomada

Exclusivo: la renuncia del canciller Felipe Solá es una decisión tomada

El Gobierno espera la renuncia del canciller Felipe Solá luego del "diálogo inventado" del Presidente que insólitamente relató a periodistas.


Las horas del canciller Felipe Solá están contadas en el gobierno argentino. Sus declaraciones posteriores a la charla del presidente Alberto Fernández y el presidente electo de los Estado Unidos, Joe Biden fueron catalogadas de “invento” por inobjetables fuentes del Gobierno nacional  y que “ponen en riesgo, la delicada relación con el FMI que tendremos a lo largo de todo el 2021” según mencionaron las mismas fuentes a Noticias Urbanas. 

En la Casa Rosada a las cuatro de la tarde ese día, Fernández estaba acompañado del jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el ministro de Economía, Martín Guzmán, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el secretario de Medios de Comunicación, Juan Pablo Biondi. 

Un grave error del canciller Solá lo depositó en Olivos a la misma hora y nadie de los presentes se tomó el trabajo de avisarle su “grave error” (la cita era en Casa de Gobierno) y la cuestión es que el canciller se perdió absolutamente toda la conversación entre Biden y Fernández. No contento con eso se fue luego hasta la Rosada, confirmó su falla en vivo y las caras de sus compañeros de gabinete lo decían todo. Pero no tuvo mejor idea que atender a la prensa de Radio con Vos, a quién le “inventó” -según el propio gobierno- una supuesta queja de la Argentina por la actitud del representante Marc Rosen del FMI en la negociación con nuestro país.

Alberto Fernández nunca mencionó al representante de Estados Unidos en el board del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando dialogó con Biden. El presidente sí hizo referencia al FMI, y a la ayuda del papa Francisco en la negociación de la deuda externa, pero Solá inventó toda la conversación que le contó a los periodistas Iglesias y Busaniche.

La noticia explotó en los despachos de Washington y el propio Rosen se sintió traicionado por todo lo que venía avanzando con Sergio Chodos (representante argentino en el organismo) en el caso argentino. No podía entender tal nivel de cuestionamiento desde la máxima investidura del país, algo que puso a ambas partes de los negociadores de manera absolutamente muy incómoda, y este nuevo error de Solá, pero en este caso la importancia del mismo y la “mentira” y haberlo hecho en nombre del Presidente, lo pone a Solá con los dos pies afuera del gobierno.

Medio gobierno se tuvo que movilizar para poder encarrilar la situación en un operativo tan inédito como impensado luego de la muy buena charla, y desacreditar públicamente la insólita conducta del canciller. Frenéticas llamadas pudieron calmar las aguas, pero el momento no dejó de ser “definitivo” para el Presidente y su equipo más cercano.

Solá es un canciller muy particular con el que de alguna manera Fernández intentó romper la impronta tradicional de la cartera y a su vez poner un hombre de su confianza en medio de la compleja interna de la coalición en el cual Cristina se manejaba dentro de un eje distinto y Sergio Massa tiene muchos contactos en Estados Unidos, entre los cuales se encuentra Rudolph Giuliani. Pero la jugada nunca le terminó de salir bien al Presidente que acumuló derrotas en la OEA y en el BID, ambas de alto costo externo siguiendo la estrategia de Solá. Mientras que el único éxito rutilante de las apuestas progresistas fue la contención de Evo Morales, algo que fue dirigido por el propio Presidente.

Fuentes confiables afirmaron que esperarán que el propio Canciller enmiende su falla con la renuncia, algo que sería bien visto tanto en el Gobierno como en los Estados Unidos, esperando que además del mal momento que ya le hizo pasar no le traiga con actitudes caprichosas más problemas a los que ya se encargó de crear.

Las horas de Solá en el gobierno están contadas, más temprano que tarde y su renuncia es esperada en cualquier momento a partir de este momento. Se menciona como posible reemplazo el nombre de Gustavo Béliz, que aunque no tenga confirmación, es alguien mucho más cercano al Presidente y que tendría buena aceptación en Washington y otras capitales occidentales.  También hay otros candidatos naturales a ese lugar, pero eso quedará para otra nota.

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