El Gobierno tiene en mente comenzar a delinear este año precios y salarios sobre la base de un acuerdo económico y social amplio. Sin embargo, la Confederación General del Trabajo (CGT), se niegan a los topes en las negociaciones paritarias.
Este jueves, la CGT le pidió una reunión formal al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, con la intención de conversar sobre el acuerdo de precios y salarios que propone el Gobierno, en tanto que desde la cartera laboral confirmaron a Télam que Moroni “está en conocimiento” de la solicitud de la central sindical, que fue realizada en el día de hoy a través de una nota.
Uno de los dos secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, declaró a la agencia NA que el sindicalismo rechaza la posibilidad de que la gestión de Alberto Fernández imponga algún tipo de “techo” para el debate salarial que viene, después de un 2020 en el que muchos sectores perdieron poder adquisitivo y puestos de trabajo.
“Podemos confluir si hay un seguimiento de precios y le damos dinámica a todas las negociaciones”, dijo Daer, aunque puntualizó que no se aceptarán incrementos salariales inferiores a la inflación porque sino los trabajadores volverían a perder poder de compra.
Esta situación se desprende de la última reunión del gabinete económico, el miércoles, en la que el ministro de Economía, Martín Guzmán se reunió con otros funcionarios “con eje en la coordinación de políticas de precios y salarios”.
Durante ese encuentro, se avanzó en la definición de una metodología de articulación con los distintos sectores económicos para la coordinación de políticas de precios y salarios, que sean consistentes con el objetivo de desacelerar la inflación.
Cabe remarcar que en la Casa Rosada indicaron que no tienen previsto poner límites a las negociaciones por salarios. “No hay intención de imponer techo a ninguna paritaria”, dijeron, dado que uno de los objetivos con los que trabajan es que los ingresos de los trabajadores se puedan recuperar a partir de este año porque “el consumo interno explica el 70% del Producto Bruto”.
“No existe una pauta del 30%, ni más ni menos” sino que se abordará un “proceso de trabajo para consensuar un acuerdo amplio que establezca previsibilidad y genere certidumbre”, tanto para los trabajadores como para las patronales que tienen que invertir para recuperarse y crecer, según explicaron desde el Gobierno.
Tal como informaron, el gran objetivo oficial es que el Estado juegue un rol clave en la gestión de coordinación con el sector privado y los trabajadores, para intentar “alinear expectativas con los objetivos inflacionarios a los que se apunta”.
En ese contexto, Daer dijo: “Nuestra intención es que cuanto más baja sea la inflación, mejor, pero esto se tiene que garantizar”. El sindicalista advirtió que “todo está demorado” y reclamó al Gobierno “que presente algo, sentando en la mesa a los formadores de precios y no a los gerentes, a los lobistas de las cámaras”.