Dos históricos bodegones porteños bajaron sus persianas “por tiempo indeterminado” debido a la crisis económica ocasionada por la pandemia del coronavirus. Se trata de El Obrero de La Boca y Oviedo de Palermo, parte del acervo cultural de la Ciudad, que se despidieron de la mítica gastronomía porteña y lo anunciaron a través de sus reces sociales.
“Fieles comensales”, comienza el texto de despedida del bodegón de La Boca, ubicado en Caffarena 64, que anunció su cierre por “tiempo indeterminado”. El Obrero había nacido en 1954 luego de que dos hermanos asturianos reutilizaran un despacho de bebidas e inauguraran un restaurante.
Personalidades destacadas como el cantante de U2, Bono, Daniel Barenboim, Susan Sarandon y hasta el príncipe Alberto de Mónaco visitaron este lugar. Además había sido declarado de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. El 23 de noviembre pasado había logrado reabrir sus puertas luego de permanecer cerrado durante varios meses por las restricciones de la pandemia.
Ver esta publicación en Instagram
Por su parte, Oviedo también fue creado por un asturiano, Manuel Coto, en diciembre de 1990. “Llegó el momento del adiós, amigos. Ojalá que el destino nos vuelva a cruzar en nuevos proyectos”, publicaron en las redes del restaurante que ahora dirigía el hijo de Manuel, José Coto.
“Oviedo era mucho más que un bodegón, era el psicólogo de varios, el doctor de otros y el amigo de todos”, concluyó el mensaje con el que Oviedo, ubicado en la esquina de Beruti y Ecuador se despidió de los comensales. Sin perspectivas de reapertura, en el lugar construirán una torre.
Aunque el Obrero y Oviedo fueron los últimos establecimientos tradicionales que tuvieron que cerrar sus puertas por la crisis generada por la pandemia del Covid-19, no fueron los únicos.
“El Trapiche” y el “Rey del Vino”, restaurantes de antaño que contaban con múltiples reconocimientos a nivel mundial y no soportaron el peso económico del período de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO que provocó la cuarentena estricta, abandonaron la escena porteña en junio pasado.
Tal como indicaron los datos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) el sector registra una caída de actividad del 65% interanual. En tanto, el 90% de la hotelería y la gastronomía debió endeudarse durante el ASPO “para mantener la empresa viva”, sin asistencia estatal.