En estos días de crisis, el Gobierno argentino cerró prácticamente todas sus fronteras, en un intento de evitar que la segunda ola del Covid-19 tenga los mismos catastróficos resultados que en Europa, adonde el relajamiento por una momentánea caída en los índices de contagio la agravó hasta límites imprevistos.
Para compartir las experiencias derivadas de esta tarea, la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, habló con Noticias Urbanas. Caracterizada por algunas publicaciones como “severa” e “implacable”, aclara antes que nada –entre risas- que no es verdad la acusación de una exfuncionaria de la administración anterior de que éste es “un gobierno fascista”.
“Francia cerró todos sus arribos y para entrar a Canadá hay que pagar dos mil dólares y yo no conozco que esos gobiernos hayan sido tildado de fascistas”, contestó y no dijo más nada sobre el tema. “Sería inútil”, explicó.
En cuanto a los cierres de frontera en Argentina, aclaró que “están abiertas las llegadas a Ezeiza y al puerto, por Buquebús”. Agrega luego que “pueden entrar al país los argentinos y los extranjeros que llegan por motivos de salud suyos a de familiares, por trabajo y por casos de reunificación familiar”.
La funcionaria, a la que algunas fuentes le atribuyen cercanía con el ministro del Interior, Eduardo “Uado” de Pedro, manifestó que “tratamos de cuidar a los argentinos en un momento difícil, tratando de mantener los números de contagios en un nivel lo más bajo posible hasta que se haga realidad definitivamente la inmunidad del rebaño, que es a lo que aspiramos”.
Luego, Carignano aclara que “a todo el que llega, si no trae un test de PCR ya realizado, éste se le hará en el lugar de arribo y luego deberá cumplir con una cuarentena obligatoria de al menos diez días, porque los tests no son 100 por ciento efectivos y porque puede desarrollarse la enfermedad aun cuando en principio no aparezca en el test”.
El objetivo de las medidas obligó, en un principio, a disminuir hasta “el 30 por ciento los vuelos que nos conectan con el resto del mundo, con la salvedad de Brasil, con el que los aminoramos hasta el 50 por ciento, dada la situación”.
La funcionaria, a la que algunas fuentes le atribuyen cercanía con el ministro del Interior, Eduardo “Uado” de Pedro, manifestó que “tratamos de cuidar a los argentinos en un momento difícil, tratando de mantener los números de contagios en un nivel lo más bajo posible hasta que se haga realidad definitivamente la inmunidad del rebaño, que es a lo que aspiramos”.
En cuanto a la decisión de los cierres, Carignano aclaró que “la última resolución es responsabilidad del Ministerio de Salud. Nosotros ejecutamos las medidas en nuestra jurisdicción”.
Interrogada sobre las posibilidades electorales del Frente de Todos en las elecciones de fin de año, Carignano respondió con un lacónico “no lo sé. Nosotros estamos concentrados solamente en los temas de Migraciones, en el resto de los temas no nos fijamos. Por el contrario –expresó- la mejor manera de pensar a futuro es hacer hoy las cosas bien”.
Interrogada acerca del desdén del que fue objeto por pertenecer a La Cámpora por la que la misma exintegrante del Gobierno anterior que tildó al actual de “soviético”, Carignano respondió que “si ésa es la única acusación que existe, es que estamos haciendo las cosas bien”.
Finalmente, manifestó que “el problema más común que tenemos que resolver tiene que ver con la repatriación de los argentinos que han quedado atrapados en algún lugar del mundo a causa de las medidas que toman los países por la pandemia”.